Siempre se menciona intenciones de unidades bajo criterios políticos, consensos y acuerdos encaminados a proyectos electorales, ya que la realidad es el predominio de división, enfrentamientos y medidas para bien de unos pocos. Pero lo que el país, y puntualmente el Alto Paraná no necesita, es de más enfrentamientos inútiles, más aun teniendo en cuenta que luego de bastante tiempo se cuenta con representaciones en número importante en ambas Cámara del Congreso, con lo que confrontaciones deberían ser por proponer conjunción de acciones. La idea de liderazgos basados en manejar jaurías, antes que grupos para buscar la mancomunión de esfuerzos en pos de la generalidad, debe dejarse de lado y aprovechar la oportunidad de hacer contrapeso en beneficio del departamento. No se pide a diputados y senadores cuestiones extraordinarias, sino mero comportamiento de genuinos referentes de alto paranaenses, que escucharán el clamor del pueblo y lo traducirán en respuestas legisladas. No hace falta honestidad mediática, sino patriotismo real. Todas las autoridades electas de la región deben mantener apertura y buscar decisiones en consenso que puedan generar contrapeso hacia la zona, y por fin ser escuchados con fuerza desde este punto cardinal. Todos los dirigentes, y particularmente el Gobernador, el confirmado Director de Itaipú Binacional, intendentes municipales y los legisladores nacionales, deben asumir posturas unificadas para dar soluciones necesarias a todos los sectores. Es muy difícil llegar a concluir acciones positivas si cada uno estira el carro solo en la dirección que se le antoja. La oposición “extrema” debe dejar el personaje electoral asumido bajo la referencia de que todos son malos menos ellos, y sumar hacia lo que el Alto Paraná pide y necesita. Los que tienen cargos en instancias de decisión nacional, y los líderes regionales, son piezas para la recomposición social encaminada a que los habitantes de la zona estén efectivamente mejor. Fomentar un entendimiento entre los poderes del Estado es la postura adecuada, con lo que seguir el ejemplo no es ser cómplice, sino ser efectivamente líder. Acordar es acción de un verdadero estratega que desea saldar esa larga deuda con el Alto Paraná, de generar progreso y bienestar ciudadano. Construir un país diferente con menos desigualdades humanas es obligación no solo de quienes tienen el mismo signo político del Jefe de Estado, sino de todos los componentes de los Poderes. Votar siempre en contra de todo como resentidos, es lo más absurdo que puede erigirse como diputado o senador, por lo que hay que ser riguroso con esas conductas inservibles. Todo sería más fácil si se trabajase en conjunto, dejando de lado intereses partidarios y empresariales. Coordinar y buscar la manera de unificar, no de excluir o dispersar, es la conducta esperada de cualquier referente, por lo que debe ser lo que se vea en este tiempo. Hablar no es útil, lo útil es accionar por el bien común, primando ello en todos los actos, independientemente a banderías políticas. Todos los discursos tienen contenido de mejorar la vida de los gobernados, por lo que no debería ser tarea imposible trabajar juntos en pos de los alto paranaenses. Unidad para el bien, para los buenos propósitos.