Padre de familia agrede con prepotencia a estudiante menor del Colegio Área 1
Un grave incidente de violencia escolar ha generado preocupación en la comunidad educativa de Ciudad del Este. Un estudiante de 16 años, alumno del Colegio Nacional EMD Prof. Atanasio Riera, conocido como Colegio Área 1, fue agredido por un hombre mayor, identificado como Ricardo Ruíz Díaz. La agresión ocurrió a la salida del colegio el pasado viernes. El trasfondo sería un altercado entre el alumno agredido y el hijo del agresor, por lo que éste tomó represalia. Según la denuncia presentada en la Comisaría 7ma, Ruíz Díaz insultó al estudiante con una serie de groserías, lo amenazó y, en un acto de desprecio, lo escupió en el rostro. La brutalidad del ataque quedó registrada en video, gracias a los testigos presentes, quienes filmaron el hecho y trataron de calmar al agresor. El padre del estudiante, quien acudió a la comisaría para presentar la denuncia, expresó su indignación y preocupación. El caso está siendo manejado por las autoridades del Colegio Área 1, que han tomado conocimiento de la agresión. Sin embargo, la intervención de las autoridades educativas no ha sido suficiente para abordar la raíz del problema, que parece reflejar una falta de conciencia y responsabilidad por parte de los padres involucrados. El incidente pone en evidencia no solo la agresión física sufrida por el joven, sino también la actitud prepotente del agresor, que no mostró ningún remordimiento por sus acciones. Este tipo de comportamiento, además de ser una violación de la ley, refleja una falta de respeto y una grave carencia de empatía hacia los menores. REACCION EQUIVOCADA ANTE BULLYING Y ACOSO ESCOLAR Más alarmante aún es la reacción del padre implicado. En lugar de recurrir a los canales adecuados, como las autoridades educativas o el Ministerio Público, para denunciar posibles casos de bullying o acoso escolar, recurrió a la violencia y a las bravuconadas. Este enfoque no solo agrava el problema, sino que también perpetúa un ciclo de violencia. Las autoridades educativas deben asumir un papel más activo en la prevención y resolución de estos conflictos, estableciendo protocolos claros para manejar situaciones de acoso y violencia. Además, es crucial que los padres de familia comprendan la importancia de denunciar estos incidentes a las autoridades competentes para garantizar la seguridad y el bienestar de sus hijos.