15 de agosto de 2024

Los arquitectos de la Dirección de Recursos Físicos del Ministerio de Salud Pública informaron que las paredes y el techo que colapsaron el fin de semana en el Hospital Distrital de Hernandarias, no afectan a la estructura del pabellón. Descartaron un riesgo de derrumbe. Con esto, los servicios en el área de urgencias y quirófanos que funcionan en el pabellón contiguo, fueron restablecidos. El informe fue entregado por el Dr. César Cabral, director interino de la Décima Región Sanitaria, quien se reunió con los técnicos de la cartera de Salud que realizaron la evaluación de la estructura del hospital. “El servicio ha sido restablecido y para tranquilidad de los pacientes, las cirugías programadas y de urgencias ya están siendo efectuadas en el hospital”, explicó. A la par, se está elaborando un cronograma de refacción para la estructura que tiene más de 22 años. La intención es ponerlo en condiciones para un tercer quirófano, pero estiman que con la intervención el cronograma se verá alterado. El pasado sábado se vino abajo parte de las paredes y el techo de un área contigua al sector de urgencias y de quirófanos, donde el domingo seguían atendiendo a pacientes. Las grietas en las paredes, pilares, techo y pisos, son evidentes en el edificio antiguo del centro sanitario, pero el Dr. Cabral prefirió no opinar sobre un posible refuerzo de la estructura. “En concreto lo que dijeron los técnicos es que no hay riesgo de derrumbe, si se va a reforzar o no la estructura, debemos consultarles a ellos, todo esto es en salvaguarda de nuestros pacientes y compañeros de trabajo”, agregó. LA INTERVENCIÓN DEL HOSPITAL Por resolución Nº 417, la ministra de Salud, María Teresa Barán, dispuso la intervención del Hospital Distrital de Hernandarias, específicamente en cuanto a la atención brindada a los pacientes y los sucesivos casos de muerte materna que fueron denunciados. El equipo de interventores está encabezado por el Dr. César Centurión y la abogada Marlene Santos. Por una innecesaria burocracia, el vocero del grupo será siempre el director de la Décima Región Sanitaria, quien adelantó que la revisión de los trabajos en el centro asistencial puede durar hasta 30 días. “Están examinando los documentos, haciendo las intervenciones en las áreas establecidas y luego se reúnen con nosotros para informar a la máxima autoridad”, explicó Cabral. Además, mencionó que la intervención no es punitiva y sí una oportunidad de mejorar los servicios para dar una respuesta a la demanda y necesidad de salud en la zona norte del Alto Paraná. Las doctoras Andrea Hermosa y Cinthia Barboza habían presentado renuncia a sus cargos de directora general y directora médica, respectivamente, pero ambas siguen sujetas a la institución hasta que concluya la intervención.

Un verdadero drama que se arrastra hace varias décadas es lo que soportan los moradores del barrio Che La Reina con cada lluvia, atendiendo que el nivel del agua sube rápidamente e inunda toda la zona. Ya recurrieron a todas las instituciones posibles sin lograr una solución concreta y apelan a la voluntad política de los gobernantes de turno para dar una salida definitiva al tema, antes que vuelva un nuevo ciclo de lluvias. Los estudiantes de la Escuela Básica Nº 5423 “San Dionisio” sufren a diario, atendiendo que el único “puente” que une a la zona con el barrio Belén, se ve seriamente comprometido con los raudales generados con cada precipitación. Los niños deben arriesgarse para cruzar la pasarela y sostenerse de los cables que actúan de agarraderos. Las residencias de toda la zona afectada tienen las paredes marcadas por las constantes inundaciones que se registran con la más mínima lluvia. Los moradores ya no saben qué hacer y temen incluso por sus vidas, atendiendo que el nivel del agua sube vertiginosamente en menos de media hora, sin dar tiempo de cortar la energía eléctrica o resguardar sus bienes, que muchas veces son destruidos o sufren averías. Rubén Román, uno de los integrantes de la comisión de afectados, explicó que lastimosamente las inundaciones se dan a causa de la falta de previsión de las autoridades y los proyectos ejecutados. Dijo que el daño material es inmenso y el peligro es inminente. “Este barrio tiene más de 40 años y desde hace mucho tiempo se acumula mínimo un metro de agua con cada lluvia y en la escuela llega incluso a los 1 metro y medio, los daños son incalculables. Muchas veces cuando empieza la lluvia los niños están en clases y la rapidez con que sube el agua es impresionante, ellos deben abandonar la escuela, pero muchas veces los padres están trabajando lejos, no pueden venir enseguida y la desesperación es total”, explicó. En otro momento el mismo comentó que el raudal se forma en minutos, con una fuerza que puede arrastrar a las personas. La situación empeoró considerablemente desde la construcción de los viaductos en el km 4  y 7, al igual que el paso a desnivel del km 5, ya que toda el agua caída escurre a las principales calles del mencionado barrio. “El fuerte raudal viene desde la ruta internacional y fácilmente el agua nos llega a la cintura en minutos”, comentó. En otro momento, Román aseguró que ya han tocado todas las puertas de las instituciones, sin recibir una solución definitiva al drama que afecta a alrededor de 2.000 familias. Indicó que la solución más efectiva para la problemática es lograr un permiso de la inmobiliaria donde está ubicado el terreno que pertenece a los Stroessner, para que puedan ingresar y hacer los trabajos correspondientes. “Existen proyectos y planes de trabajo que no se pueden concretar, porque necesitamos el permiso pertinente de la inmobiliaria para poder hacer la apertura, mejoramiento y la limpieza de un canal de alivio que desemboca en el Río Acaray. Ese canal, que pasará por el terreno en cuestión, evitaría que el agua se acumule y ahí si se daría la solución”, dijo. En otro momento, Román contó que muchas personas cuestionan el hecho de haberse instalado en esa zona, pero recuerda que es una zona loteada y habilitada por la propia municipalidad hace décadas. “Debido al crecimiento poblacional y las trasformaciones en la ciudad, esta zona está pagando caro. El arroyo no soporta el caudal que se agravó con la construcción de las grandes obras. Muchos vecinos ya se mudaron porque con cada lluvia las pérdidas son incalculables y ni hablar de los riesgos”, dijo. Hace algunas semanas, integrantes de la comisión volvieron a pedir socorro a los concejales municipales, recibiendo solo promesas. Al parecer la solución es simple y sólo pasa por una cuestión de voluntad política, que al parecer ninguna de las autoridades pasadas ni presente tienen.

  Los trabajos no se detienen.Itaipu, a través de la Dirección de Coordinación, financia la construcción del futuro albergue para madres en el Hospital Los Ángeles de Ciudad del Este, departamento de Alto Paraná. La obra, que podrá hospedar a unas 20 beneficiarias de manera simultánea, presenta un 50% de avance. Se trata de un bloque para alojamiento temporal de madres, ubicado en el predio del centro asistencial, con una dimensión de 350 metros cuadrados y representa una inversión total de G 1.117.000.000 de parte de la Binacional. El predio contará con sala de estar social, vestidor y duchas, baños inclusivos, área de tendederos y lavado de ropas, cocina y comedor. Estará dotado de techo metálico con chapa termoacústica, instalaciones de climatización, hidrosanitarias, eléctricas, electromecánicas y de telecomunicaciones. Asimismo, los baños serán adaptados para personas con discapacidad (PCD), según necesidad local; y sistema de detección y combate de incendio. El director de coordinación ejecutivo de Itaipu, Julio Paredes, manifestó que el nuevo bloque dará respuesta a una necesidad de larga data del nosocomio, que tiene una alta demanda y recibe a madres de diferentes municipios del departamento. El requerimiento de un alojamiento exclusivo para madres a Itaipu proviene de la cantidad de mujeres que permanecen en el hospital debido a la internación de sus hijos. Esto teniendo en cuenta que la gran mayoría que acude al nosocomio vive en comunidades lejanas.