22 de octubre de 2024

Una sequía récord que ya va por su segundo año está castigando a gran parte de América del Sur, trastocando vidas y economías locales y ofreciendo una visión alarmante del futuro a medida que los efectos del cambio climático se hacen más evidentes. En Brasil, los incendios forestales alimentados por el calor abrasador y las condiciones secas prolongadas consumieron vastas franjas de bosque y el humo se extendió al 80% del país. Esto provocó la cancelación de clases, hospitalizaciones y un polvo negro que cubre el interior de las casas. Al sur, en Paraguay, el río Paraguay alcanzó nuevos mínimos. Los barcos están varados y los pescadores dicen que su presa más valiosa, incluido el enorme bagre surubí, prácticamente desaparecieron, lo que obliga a muchas personas a buscar trabajo en otros lugares para alimentar a sus familias. Como gran parte de Sudamérica depende de la energía hidroeléctrica, la producción de electricidad se ha desplomado. En Ecuador, la gente sufre cortes de luz de hasta 14 horas por día. En Bogotá, el gobierno está cortando el agua a las viviendas residenciales a intervalos regulares y el alcalde ha sugerido que la gente “se bañe en pareja” para reducir el consumo. Una plaza de mercado a oscuras durante un corte de energía planificado después de que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declarara una emergencia energética debido a una sequía que afecta la producción hidroeléctrica, en Quito. Grandes secciones del río Amazonas se han convertido en playas secas y marrones, y las autoridades están dragando secciones para hacerlas más profundas. ¿Qué tan grande es el problema? La sequía ha afectado a todos los países del continente, excepto Guyana, Surinam y la Guayana Francesa. Se extiende desde la provincia de Córdoba en el centro-norte de Argentina hasta el extremo norte del continente, según la agencia estadounidense NOAA. Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela han sido particularmente afectados, con franjas significativas de estos países experimentando una “sequía excepcional”, marcada con un color rojo intenso en un mapa de esa organización.

En distintos operativos realizados ayer por agentes de la Receita Federal en la cabecera del Puente Internacional de la Amistad, se logró la incautación de drogas, anabolizantes y cigarrillos electrónicos. Tres personas quedaron detenidas en ambos procedimientos. El factor común entre lo incautado es el origen paraguayo, según los agentes. Durante una fiscalización de rutina realizada en la mañana por los agentes federales, acompañados por la Policía Federal y la Fuerza Nacional, abordaron a dos mujeres que ingresaban al país vecino en un furgón con placa paraguaya. Las compatriotas demostraron un comportamiento nervioso, lo que levantó las sospechas de los intervinientes. Durante la inspección, se encontró un doble fondo en el paragolpes trasero, donde se encontraron 160 paquetes con 145kg de marihuana. VAPEADORES Y ESTEROIDES En otro operativo de rutina realizado en el marco del Operativo Fronterizo RFB, los agentes federales capturaron a un hombre de nacionalidad paraguaya, que intentaba cruzar hacia el lado brasileño con una gran cantidad de esteroides anabólicos y cigarrillos electrónicos. El vehículo que conducía fue detenido para su inspección y el nerviosismo llamó la atención de los intervinientes. La mercancía llevada desde Paraguay se encontraba en el motor y en un doble fondo ubicado al costado de la puerta. En total se incautaron 110 vaporizadores y casi 1.500 unidades de esteroides anabólicos, con un valor total estimado en R$ 40.000. El hombre fue trasladado a la Policía Federal, mientras que el vehículo y toda la mercancía fueron trasladados al patio de la Receita Federal.

La escalada de ataques en el Líbano obligó a miles de civiles a abandonar el país en busca de seguridad y una oportunidad para rehacer sus vidas. Debido a su consolidada comunidad árabe-libanesa, Foz de Iguazú se convirtió en uno de los destinos más populares en Brasil para quienes huyen del conflicto en el Medio Oriente. Un estudio preliminar del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil indica que alrededor del 23% de los libaneses que buscan refugio en Brasil podrían establecerse en la frontera entre Foz de Iguazú y Ciudad del Este. Según la Embajada de Brasil en Beirut, 3.000 personas ya manifestaron su interés en refugiarse en suelo brasileño. Actualmente, se estima que cerca de 21 mil brasileños residen en Líbano, según cifras de Itamaraty. Hasta el 19 de octubre, el gobierno brasileño había coordinado seis operaciones de repatriación, trayendo de vuelta al país a 1.317 pasajeros desde Líbano. Los vuelos, que comenzaron el 4 de octubre, incluyeron a 242 niños, 40 bebés, 138 ancianos, 12 mujeres embarazadas, 101 personas con problemas de salud, 12 con discapacidad, además de 15 mascotas, según informó Agência Brasil. De este total, aproximadamente 225 personas llegaron a Foz de Iguazú. La repatriación fue posible gracias a un acuerdo entre Itamaraty y el gobierno libanés, que prioriza a mujeres, niños, ancianos y brasileños no residentes en Líbano. Foz de Iguazú alberga la segunda comunidad árabe más grande de Brasil, con una población aproximada de 12 mil a 15 mil inmigrantes y descendientes, solo superada por São Paulo. MIGRANTES POR INICIATIVA PROPIA Sin embargo, los datos oficiales no capturan completamente la magnitud de la dispersión libanesa. Además de los refugiados que llegan en vuelos de la Fuerza Aérea Brasileña, hay familias que abandonan Líbano por cuenta propia, ya que no cumplen con los requisitos para la repatriación gubernamental. Estas personas, sin lazos previos con Brasil, eligen el país y Foz de Iguazú como destino, confiando en la bienvenida que recibirán. En las últimas semanas, la Casa do Migrante en Vila Portes brindó apoyo a tres familias libanesas que llegaron a Brasil de manera independiente, sin depender de la ayuda humanitaria del gobierno. La hermana Terezinha Mezzalira, encargada del lugar, señaló que estas familias aterrizaron en São Paulo y luego viajaron en autobús a hasta la frontera. Sin parientes en el país, algunos están alojados en casas de paso, donde reciben asistencia básica. Consciente de la creciente afluencia de libaneses, la comunidad árabe-libanesa de Foz de Iguazú comenzó a movilizarse para recibir y apoyar a los refugiados. La mayoría de quienes llegaron hasta ahora se instalan en casas de familiares o sus propiedades. Además, hay iniciativas para integrar a los recién llegados, como inscribir a los niños en escuelas y ayudar a los adultos a encontrar empleo. También se están estudiando opciones como programas de alquiler social o la provisión de habitaciones de hotel para albergar a los migrantes.