Sigue siendo alarmante el número de menores víctimas de abuso sexual, dato que puede ser corroborado con la cantidad de niñas y adolescentes derivadas a la Fundación Hogar Las Tías de Ciudad del Este. Actualmente, son 73 los menores asistidos en el lugar, siendo que 90% fueron víctimas de abuso sexual, donde el responsable del hecho por lo general es del círculo familiar, como el padre, tío, hermano, primo o padrastro. La fundación brinda asistencia integral. Un trabajo enfocado en la atención de niños en situación de vulnerabilidad que se inició hace 14 años, hoy sigue firme, en la nueva casa de la Fundación Hogar Las Tías, donde llegan niños, niñas y adolescentes de casos judicializados. En el lugar acogen desde recién nacidos hasta los 18 años de edad, refirió la directora Cristina Benítez. “La historia de cada uno duele. Los casos de abusos sexuales se produjeron en todos los años y actualmente nuestra población está conformada por 90% de víctimas de esos casos”. En la gran familia se encuentran algunos bebés, uno es hijo de una niña de 13 años que llegó embarazada, víctima de abuso por parte del padrastro. Incluso una niña con parálisis infantil, autismo y microcefalia, también fue víctima en dos hogares familiares. “De estos casos siempre llegan, hasta hemos recibido a una menor de 11 años embarazada. También tenemos una joven de 18 años que llegó embarazada a los 14 años, su hijo sigue también con nosotros. La niña con parálisis sufrió mucho, fue rescatada de su hogar donde fue abusada por su padre. La habían llevado a la casa de unos familiares, donde el tío también abusó de ella”. Cristina Benítez llamó a redoblar el cuidado de los pequeños, porque estos hechos ocurren en el lugar que debería ser el sitio más seguro para todo niño, niña y adolescente, que es el hogar, pero es justamente allí donde se convive con el peligro. Lamentó que muchas veces el caso sea encubierto por las mujeres, para evitar que su pareja sea procesada. “Hay que estar alerta, los abusadores suelen ser padres biológicos, padrastros, tíos, hermanos, primos y lastimosamente con anuencia de la madre, para no perder la pareja”. Mencionó otro sonado caso, ocurrido en Pedro Juan Caballero, donde una madre adicta entregó a su hija de 3 años a unos hombres, quienes abusaron y asesinaron a la pequeña, cuyo cuerpo fue encontrado por su hermano de 10 años. El niño y otros hermanitos fueron trasladados al Hogar. “Son experiencias traumáticas imborrables, aunque se disponga de apoyo psicológico y todo el tratamiento que busquemos, hay cosas que no se les borra. El dolor que traen es indescriptible. Pero trabajamos con ellos y vamos logrando que se recuperen, es un proceso lento, pero seguro”. REINSERCIÓN INAPROPIADA El proceso de recuperación de los niños de los distintos hechos de violencia de los que fueron víctimas, es lento. Un trabajo arduo del equipo por devolverles la confianza, autoestima, la adaptación en la nueva gran familia y que muchas veces, se pierde nuevamente en su totalidad. La directora de la Fundación cuestiona la falta de seguimiento y acompañamiento de la justicia para garantizar que la reinserción de un menor sea exitosa en el seno de su familia. “El Estado no trabaja con la familia, no hay un monitoreo para constatar si están dadas las condiciones para que el menor regrese”, indicó. “Lo que ocurrió en varias ocasiones, que volvieron a junto a su familia y hubo reincidencia en los hechos de violencia, el niño o niña vuelve al hogar y se inicia todo nuevamente. Por eso solemos tener algunos encontronazos con el Juzgado y el Ministerio de la Niñez”. FORMACIÓN Los menores también son orientados en el aprendizaje de profesiones, para que puedan reinsertarse en la sociedad con una ocupación que les ofrezca oportunidad de ingresos. Logran trazarse metas y salir adelante a pesar de la crueldad que sufrieron a tan corta edad. “Tenemos maquilladoras, peluqueras, técnicos en cocina. Ellos luchan y salen de a poco de esa vida que tanto les dañó. Son unos verdaderos guerreros y guerreras”. Para los que ya cumplieron la mayoría de edad, mediante convenios, están realizando sus carreras universitarias. “Los acompañamos en todas sus etapas, para que realmente estén preparados para una nueva vida”. ORGANIZACIÓN Y COBERTURA El edificio de la Fundación Hogar Las Tías, construido por la empresa LAR Paraguay, cuenta con tres pisos, en cada uno hay 12 departamentos que albergan a seis niños cada uno, bajo responsabilidad de una cuidadora. En total son 12 encargadas, más tres rotativas. “La cuidadora de cada grupo es quien se encuentra de manera permanente con los niños, le ayuda en las tareas, cocina, lava ropas, enseña modales y mucho más. Es una gran familia, nos organizamos así, respetando las nuevas normativas”. “No podríamos hacerlo solos, golpeamos muchas puertas y aparecieron los ángeles que hicieron realidad un gran sueño. Lar Paraguay se encargó de la construcción del edificio y ahora está construyendo el bloque B, y X Brix nos ayuda grandemente con los muebles, todo lo que nos faltaba y salarios de las cuidadoras”. En el hogar ya llegaron niños procedentes de distintos puntos del país. “Recibimos a niños de Limpio, Luque, Pedro Juan Caballero, Santaní, Villarrica, Caazapá, Encarnación, Chaco y de los diferentes municipios de todo Alto Paraná”. Para mantener el vínculo con sus familiares, la fundación realiza los contactos telefónicos con las madres, ya que es el deseo de los menores. “En algunos casos hacemos video llamadas para que no pierdan ese vínculo, porque desgraciadamente aman a su mamá, palabra mayor, con todos los defectos, porque ellos no dimensionan lo que les pasa, toman como algo natural que sean abusados o maltratados”. AYUDAR PARA SOSTENER Mantener en condiciones la nueva estructura edilicia y poder contar con todos lo necesario para garantizar la alimentación diaria de 100 personas, sólo es posible con la ayuda de la comunidad, aseguró. “Siempre necesitamos la colaboración ciudadana, podemos decir que ahora más. Tenemos que poner desayuno, media mañana,