Los adictos a la droga prácticamente coparon varios puntos de la capital departamental. El local abandonado de Copaco, en inmediaciones del Lago de la República, se ha convertido en el principal hospedaje de los citados, entre ellos, niños y adolescentes e incluso, indígenas.
Los adictos ahuyentan a las personas que en horas de la tarde y noche se van a realizar caminata alrededor del lago. Igualmente, provocan molestias a los automovilistas que circulan sobre la avenida Concejal Romero para tomar la avenida Monseñor Rodríguez o la Ruta internacional. Pese a las reiteradas denuncias, ninguna institución intervino el sitio, principalmente los antinarcóticos que hacen la vista gorda a la venta de todo tipo de drogas a los adictos.
El crack, es la droga más vendida y entre los responsables figura una tal Myrian y su pareja sentimental. La referida mujer utiliza dicho nombre como seudónimo y cuenta como “secretarios” a varios adictos quienes operan a favor de ella a cambio de una poción de droga. Igualmente figura un travestido conocido como Kuki, según señalan.
El lugar se convirtió desde hace bastante tiempo como zona roja y las autoridades del ente público hacen caso omiso, al igual que los agentes policiales de la jurisdicción. Entre los consumidores se encuentran varios menores de edad.