La encargada del cementerio municipal de Ciudad del Este indicó que el problema no se limita a la superpoblación, sino que también a la presencia diaria de adictos que invaden el lugar a cualquier hora para hurtar cualquier tipo de objeto que puedan comercializar. “En ocasiones los adictos o rateros entran incluso a acostarse en las tumbas, roban desde cruces, hasta floreros, llegamos al colmo de que robaron puertas de blindex”, comentó Luz Gómez.
Si bien el lugar cuenta con vigilantes, los mismos no dan abasto, atendiendo la gran dimensión del lugar, que anteriormente tenía alambradas, pero con el tiempo fueron cortadas y destruidas por los drogadictos, que en su mayoría son vecinos del lugar.
Otro de los problemas de nunca acabar es el criminal accionar de las personas que arrojan en las inmediaciones del cementerio todo tipo de desechos, desde los domésticos hasta animales muertos. “Muchas veces nos pasamos enterrando perros que son arrojados en la zona y el olor se vuelve insoportable, es increíble cómo a veces los propios vecinos son quienes realizan ese tipo de acciones”, dijo.
En el cementerio de Don Bosco se realizan mingas ambientales cada dos meses, buscando mejorar el lugar a la medida de sus posibilidades, atendiendo que en total son unos 12 a 15 funcionarios, tanto administrativos como de aseo urbano y seguridad, quienes tienen a su cargo el manejo y mantenimiento del colapsado campo santo.
En otro momento, Gómez indicó que la licitación para la construcción de nuevos columbarios ya estaría en proceso de adjudicación, por lo que esperan ansiosos el inicio de las obras que darán un respiro a las familias que necesitan de un espacio para sepultar a sus seres queridos.
El espacio destinado para las obras está definido dentro del mismo predio y el monto de la adjudicación es de G. 2.149.470.326. Los trabajos incluyen el destronque y desraizado de árboles, excavación en rocas, retiro de tierras, relleno y compactación de terreno, colocación de hormigón armado, vigas, zapatas, parte eléctrica completa, muros, pisos, losas, cañerías, bancos de hormigón, relleno de zanja para lixiviados con gravas, cal viva, o soda caustica, relleno sanitario para residuos peligrosos, entre varios otros trabajos. Si bien no detallan la capacidad que tendrá este nuevo columbario, se cree que dará un gran respiro a las necesidades de la población, mientras se avanza en el proyecto de un nuevo cementerio municipal.
