La administración del intendente de Presidente Franco, Roque Godoy, se enfrenta a serios cuestionamientos tras gastar una exorbitante suma de dinero para la compra de un minibús que supuestamente será para el transporte de funcionarios municipales. Fuentes fidedignas reportaron que la municipalidad habría desembolsado cerca de US$ 100.000 para adquirir el vehículo. Mientras la comuna despilfarra dinero público en gastos superfluos e innecesarios, el Hospital Distrital no cuenta con ambulancia, las calles están en estado catastrófico y el pago de salarios a funcionarios y proveedores se da en forma fraccionada y atrasada.
Ayer trascendió que la comuna de Pdte. Franco adquirió un minibús de la marca Iveco, por la suma exorbitante de US$ 100 mil (unos G. 750 millones). Este hecho añade una capa de controversia sobre una administración ya marcada por múltiples irregularidades. Personas consultadas mencionaron que el costo de un minibús de la citada marca está entre US$ 18.000 y US$ 25.000, por lo que la administración Godoy habría pagado un precio excesivamente elevado.
La situación en la municipalidad ha sido objeto de atención mediática debido a una serie de problemas persistentes en la gestión del intendente Roque Godoy. Entre los más destacados se encuentran los graves atrasos en la ejecución de obras, sobrefacturaciones y trabajos mal realizados. Las calles de la ciudad presentan un estado deplorable, evidenciando la falta de cuidado y eficiencia en los proyectos municipales. Si a la comuna le sobra dinero, bien que podría adquirir una ambulancia para el hospital local, que no cuenta con unidades en funcionamiento, según trascendió. A esto hay debe sumarse los constantes atrasos en el pago a funcionarios y proveedores. Mientras tanto se despilfarran recursos en cuestiones menores, como el reciente “festival del Reviro”, realizado en el barrio San Rafael, donde la comuna distribuyó generosamente millonarios premios.
Este clima de descontento no se limita a las obras públicas; también ha afectado a la percepción general de la administración de Godoy. La falta de transparencia y las irregularidades financieras han sido recurrentes en la gestión actual, profundizando la crisis de confianza entre los ciudadanos y sus autoridades.
No es menos importante mencionar que la situación en la familia del intendente ha añadido más polémica al contexto. La esposa del jefe comunal, la diputada Roya Torres, está imputada por cobro indebido de honorarios y se encuentra con pedido de desafuero. Por su parte, su hijo Elías Martín Godoy Torres también está procesado por el mismo tipo de cargos en el caso conocido como «nepobabys». Este escándalo familiar ha puesto aún más presión sobre la administración de Roque Godoy, subrayando las acusaciones de corrupción y nepotismo que afectan tanto a la gestión municipal como a los asuntos personales del jefe comunal.
La comunidad de Presidente Franco sigue expectante y preocupada por la situación. Los ciudadanos claman por una gestión más eficiente y transparente, que garantice el uso adecuado de los recursos públicos y la mejora de las condiciones de vida en la ciudad. Mientras tanto, la administración de Roque Godoy enfrenta una creciente presión para aclarar las irregularidades y responder a las demandas de rendición de cuentas.
