Un breve, pero intenso aguacero, una vez más evidenció los problemas de alcantarillado en el microcentro de Ciudad del Este. El sábado último, la Av. Luis María Argaña literalmente se convirtió en un río y varios vehículos quedaron atrapados en el cauce. Las autoridades municipales ni de otras instituciones abordan proyectos respecto a esta problemática que genera una paupérrima imagen de la ciudad. Además, centenares de personas apeligran sus vidas cuando se registran precipitaciones grandes.
Los problemas de desagüe y asfaltados en el microcentro de la capital departamental son un inconveniente de nunca acabar, a juzgar por el nulo interés por parte del intendente Miguel Prieto, quien debería preocuparse de la situación y buscar soluciones. El sábado último, la furia de la naturaleza dejó bajo agua la Av. Luis María Argaña. El fenómeno climático fue suficiente para desnudar la falta de proyección de la ciudad.
El gobierno central, mediante el Ministerio de Obras Públicas tampoco cuenta con proyecto alguno para esta problemática, aunque encamina un importante trabajo de servicio de agua potable para los municipios de Presidente Franco y CDE.
Varios trabajadores ubicados en la zona afectada por la inundación manifestaron su preocupación, atendiendo a que cada vez que se registran lluvias grandes el sector se inunda y ni siquiera pueden circular los vehículos. Algunos rodados estacionados quedaron bajo agua, generándose millonarias pérdidas para los trabajadores y turistas.
CALLES
El sistema de alcantarilla que prácticamente es inservible deriva en el destrozo de las principales calles, pues el agua circula sobre las calzadas y a medida que pasa el tiempo la capa asfáltica va arrastrándose por el caudal.
REPAROS
La comuna esteña a menudo realiza los bacheos en los lugares más críticos, pero estos trabajos resultan ser inútiles o por la baja calidad del material utilizado o por la mala ejecución de las obras de reparación.
El microcentro va convirtiéndose en un sector abandonado por sus autoridades y cada vez apetece menos a los compradores de otros países, que son los que convierten a Ciudad del Este en el pulmón económico del país.