
La investigación sobre la fuga de siete reclusos de la cárcel de «máxima seguridad» de Minga Guazú apunta cada vez más alto. Dos altos funcionarios penitenciarios estarían en la mira del Ministerio Público por su presunta vinculación con la evasión ocurrida el pasado 26 de marzo. Se trata del subcomisario Derlis Cáceres, jefe de Inteligencia del Ministerio de Justicia en Asunción, y Pablo Martínez, jefe de Monitoreo de la penitenciaría de Minga Guazú.
Fuentes cercanas a la investigación confirmaron que la Fiscalía está analizando el disco duro del monitoreo del penal y recabando testimonios de unas cincuenta personas relacionadas con el caso. La unidad fiscal a cargo de Alcides Giménez Zorrilla ha iniciado un minucioso trabajo de pericia para reconstruir los hechos que llevaron a la fuga de los reclusos.
El fiscal Giménez recibió el material de monitoreo del Centro de Reinserción Social de Minga Guazú y explicó que se está realizando un análisis detallado de los eventos desde 48 horas antes de la fuga. «Queremos contar con la secuencia exacta de los hechos y determinar el rol de cada funcionario», señaló el fiscal.

En ese sentido, se imputó y ordenó la prisión de cinco agentes penitenciarios, quienes actualmente se encuentran recluidos en la Penitenciaría Regional de CDE. Además, el Ministerio de Justicia ha sido requerido para proporcionar información sobre los protocolos de seguridad vigentes al momento de la fuga, la cantidad de funcionarios presentes y el motivo por el cual algunos empleados con permisos especiales estaban en el penal ese día.
Hasta el momento, aproximadamente diez personas han declarado, entre ellas el exdirector del penal, Julio César Careaga, y los agentes penitenciarios imputados. Sin embargo, aún restan alrededor de cuarenta declaraciones, incluyendo personal de salud y administrativos. «Muchos de estos agentes abandonaron sus puestos, lo que facilitó la fuga de los presos. Hay muchas interrogantes que deben resolverse», indicó Giménez.
Los procesados son los guardiacárceles Pedro Arnaldo López Martínez (31), Benicio de Jesús Romero Aguilar (28), Ariel Gustavo Mareco Benítez (23), José Carlos Alfonso Torres (23) y Jonathan Nicolás Barúa Chamorro (Sección Monitoreo), quienes enfrentan cargos por frustración de la persecución y ejecución penal, así como por liberación de presos.

FUGADOS SIGUEN LIBRES
Mientras la investigación avanza lentamente, los siete reclusos que lograron escapar continúan prófugos. A raíz de la gravedad del caso, la Interpol emitió una alerta naranja ante la posibilidad de que algunos de los evadidos hayan cruzado la frontera con Brasil.
«El perfil de estos fugitivos es altamente peligroso. Tienen un extenso historial criminal y representan una amenaza para la sociedad», alertó el comisario Javier Maldonado. Entre los evadidos se encuentran dos ciudadanos brasileños, por lo que no se descarta que hayan regresado a su país. En cuanto a los paraguayos, se investiga la posibilidad de que se estén reagrupando para perpetrar nuevos crímenes en la zona.
Los fugitivos han sido identificados como Marcio Quadra Caetano; Blas Pablo Melgarejo Benítez, alias «Chopale»; Wilson Darío Rotela Coronel; Derlis Ramón Giménez; Juan Insfrán; Fernando Aquino y Anderson Queiroz. Inicialmente, ocho reclusos lograron escapar, pero uno de ellos fue recapturado pocas horas después de la fuga, porque al saltar se torció el tobillo y ya no pudo correr. Las autoridades continúan con los operativos de búsqueda y solicitan la colaboración de la ciudadanía para aportar información que ayude a la recaptura de estos individuos.