Finalmente se logró un cese en la protesta de los padres de familia de la escuela y colegio Moisés Bertoni, tras resolverse una auditoría pedagógica y administrativa en la institución, luego de una reunión entre los representantes de la supervisión, la coordinación departamental de educación, la directora denunciada Rosa Ortellado y los demás miembros de la comunidad educativa.
Desde el lunes los padres de familia tomaron la institución educativa para protestar contra la gestión de la directora, que no estuvo en el primer día de movilizaciones. Sin embargo, posteriormente tuvo un incidente con los manifestantes Carlos Alaye y Lucía Azcona, que inclusive mereció la intervención de la Policía Nacional.
La docente denunció que en el momento que estaba ingresando a la institución fue atacada por un grupo de personas, entre quienes estaban los nombrados, que invocaron ser miembros de la Comisión de la Escuela. El caso no pasó a mayores, pero hubo un fuerte intercambio de improperios entre ambas partes.
Para la próxima semana debe darse la auditoria en la institución educativa, ya que los padres de familia acusan a la directora de desviar los fondos de gratuidad que anualmente envía el Ministerio de Educación y de obligar a los alumnos a vender rifas en las calles para realizar mejora en el tercer ciclo.
La revisión que será realizada por los técnicos del MEC debe aclarar todos los reclamos de los padres de familia, que exigen la destitución de la directora Rosa Ortellado. En el encuentro con las autoridades locales de la Secretaría de Estado, se les explicó que los resultados de la auditoria definirán la suerte de la docente.
LAS ACUSACIONES CONTRA LA DIRECTORA
Los padres de familia denunciaron que hace dos años la institución supuestamente no recibe los fondos de gratuidad y que la directora siempre puso trabas para la conformación de la Asociación Cooperadora Escolar. Siempre de acuerdo a los denunciantes, la docente les dijo que su cédula estaba vencida y que la fusión de dos bancos hicieron que la institución sea excluida de recibir el dinero.
Son poco más de G. 30 millones que corresponden a la institución educativa Moisés Bertoni, pero como no hay una comisión conformada entre los padres de familia, no se podía hacer la rendición de cuentas sobre el uso de dinero. Los padres consideran que Ortellado destinó el dinero para su uso particular.
Asimismo, la venta de rifas que estuvo a cargo de los alumnos del tercer ciclo, permitió una recaudación de G. 26.040.000, con lo que se reparó el pabellón, las sillas con pupitre y otras mejoras. En ese sentido, los padres consideran que esas acciones blanquearon lo que dejó de hacerse con los fondos de gratuidad.
Los padres de familia cuestionaron que sus hijos hayan salido a la calle a vender rifas, porque no se envió avisos al respecto. La directora, sin embargo, dijo que eso fue aprobado en una reunión con la comunidad educativa.