Con una carrera que abarca 14 años en el mundo del periodismo, Augusto Martínez ha sido un testigo presencial y actor en la transformación que ha experimentado la profesión a lo largo de las últimas décadas. Desde sus primeros pasos como reportero en el área de policiales del Diario Vanguardia hasta su actual posición como editor en el mismo medio.
Los recuerdos de Augusto se remontan a los días en que la obtención de noticias implicaba sumergirse en las calles, confiar en las frecuencias de la policía y los bomberos para acceder a los sucesos más relevantes del Alto Paraná.
Estas largas jornadas de trabajo lo llevaron a explorar los distintos distritos del departamento, brindándole una comprensión profunda y multifacética de la realidad local, desde sus aspectos más vibrantes hasta los desafíos más apremiantes.
Sin embargo, la llegada de la tecnología ha alterado de manera radical la faz del periodismo. Lo que antes era un proceso manual y a menudo laborioso, ahora se ha simplificado enormemente gracias al advenimiento de herramientas como las notebooks y la conectividad digital.
“Si no tenías notebook, debías volver a la redacción, que llevaba mucho tiempo, o llamar a un compañero para pasarle las informaciones y que se encargue de la redacción. Hoy día, con la tecnología se hace más fácil y rápido todo”, detalló.
Augusto resalta con énfasis la rapidez y la facilidad con las que ahora puede acceder a la información y comunicarse con las fuentes, lo que le permite mantenerse al día con las noticias de última hora de manera eficiente y oportuna, sin las limitaciones físicas y temporales de antaño.
Pero, a pesar de la conveniencia que proporciona la tecnología, Augusto comprende que la labor de edición sigue siendo un arte complejo y exigente. Los cambios de última hora pueden significar ajustes y modificaciones significativas en el contenido, desafiando la flexibilidad y la creatividad del equipo editorial.
En su trabajo como editor, es el encargado de verificar que todas las redacciones hechas por el equipo periodístico del diario estén correctamente escritas, para que posteriormente puedan pasar a la diagramación e impresión del diario. “Con la edición es muy complicado, hay veces que debemos cambiar un tema si es que surge otro que sea más relevante de último momento”, explicó.
Sin embargo, Augusto abraza estos desafíos con determinación y compromiso, aprovechando al máximo las herramientas disponibles para garantizar que el Diario Vanguardia continúe ofreciendo una cobertura periodística de calidad y relevante para su comunidad.
