Adictos a las drogas se aglomeran cada vez más en la entrada al centro de la ciudad y no hay ninguna respuesta por parte de las autoridades. Los inadaptados se juntan en el espacio público de la avenida Monseñor Rodríguez y la ruta PY 02, actuando con violencia y cometiendo todo tipo de hechos punibles en las inmediaciones.
Los adictos adquieren sus drogas en el espacio público que ocupan, ante la vista de todos los que pasan por el lugar. Se menciona que los proveedores se instalan en el sitio y cuentan con el apoyo de algunos agentes de la Policía Nacional. Hace tiempo que cometen hechos punibles como hurto y otros en perjuicio de vecinos de la zona y camioneros varados en el lugar. Los vehículos estacionados suelen ser encontrados con los vidrios rotos y totalmente saqueados.
Con anterioridad ocupaban un edificio abandonado que pertenece a la Copaco. Después bloquearon la entrada al inmueble y se juntaron en las inmediaciones del Lago de la República y en el espacio entre la avenida Monseñor Rodríguez y la ruta internacional. A pocos metros se encuentra un concurrido centro comercial. El lugar donde duermen los inadaptados está entre la muralla del shopping de referencia y el cauce del arroyo Amambay. En ese sector existe un espeso matorral que sirve como guarida para los consumidores de drogas.
El Ministerio Público de Ciudad del Este y las autoridades del Poder Judicial suelen hacer importantes donaciones a supuestas fundaciones que se dedican a la asistencia a los adictos. Sin embargo, por el alto costo que solicitan, hacen con que los padres no pueden derivar a dichos lugares a sus hijos que cayeron en el vicio. Ante esta situación, los Juzgados no pueden ordenar el tratamiento de los que sufren alguna adicción y que soportan cargos por los hechos punibles que cometen. La mayoría están recluidos por hurto o robo.