
La Comisión de Justicia y Ciudadanía (CCJ) del Senado Federal del Brasil aprobó el pasado 19 de junio, por 14 votos a favor y 12 en contra, el proyecto de ley que autoriza el funcionamiento de casinos y bingos en Brasil, legaliza los juegos de azar y permite las apuestas en las carreras de caballos. Esto podría tener su efecto en los casinos de Ciudad del Este, ya que los visitantes actualmente cruzan la frontera en busca de este tipo de entretenimiento.
El proyecto de ley PL 2.234/2022, que ya tiene la aprobación de la Cámara de Diputados, recibió el respaldo del senador Irajá (PSD-TO). Este aceptó las modificaciones sugeridas y los ajustes propuestos, señalando que la regulación responsable de los juegos de azar podría fomentar el crecimiento económico y social de la ciudad fronteriza y el país.
Durante la reunión, el senador proyectista destacó que los países que han regulado los juegos y apuestas de manera responsable han visto un aumento en el turismo y mejoras en sus economías. Según sus estimaciones, las inversiones derivadas de la legalización podrían alcanzar los R$ 100 mil millones, creando alrededor de 1,5 millón de empleos directos e indirectos. Además, se prevé que los ingresos anuales podrían ser de R$ 22.000 millones, distribuidos entre estados, municipios y la unión.
“No podemos seguir perdiendo esta gran oportunidad que otros países ya aprovecharon para generar empleos, ingresos e impuestos, lo que obviamente se revertirá en beneficios para el pueblo brasileño en áreas esenciales como la salud, la educación y los servicios sociales”, declaró Irajá.
El proyecto de ley establece reglas específicas para diferentes tipos de juegos. Según el senador, establecer límites numéricos para los establecimientos comerciales que pueden ofrecer casinos, bingos y el Jogo do Bicho (un juego de lotería ilegal en Brasil), facilitará la inspección por parte del Ministerio de Hacienda y permitirá un mayor control estatal sobre posibles externalidades negativas.

CASINOS
Se autorizará la instalación de casinos en centros turísticos o complejos integrados de ocio, tales como resorts y hoteles de alta gama con al menos 100 habitaciones, además de restaurantes y lugares para eventos culturales. También podrán instalarse en embarcaciones marítimas y fluviales. Cada estado y el Distrito Federal podrán tener un casino, excepto São Paulo, que podrá tener hasta tres, y Minas Gerais, Río de Janeiro, Amazonas y Pará, que podrán tener hasta dos cada uno.
BINGOS
El proyecto permite el funcionamiento permanente de bingos en localidades específicas y en estadios con capacidad mínima de 15 mil espectadores. Las casas de bingo podrán operar por 25 años, renovables por el mismo período, con un capital social mínimo de R$ 10 millones.
IMPLICACIONES Y CRÍTICAS
A pesar del respaldo mayoritario, el proyecto enfrenta una fuerte crítica. Los opositores, incluidos miembros de la bancada evangélica, argumentan que la legalización podría fomentar la ludopatía, el lavado de dinero y otras actividades delictivas.
IMPACTO EN EL ESTE
La apertura de casinos y casas de juego de azar en Foz de Iguazú podría impactar en Ciudad del Este, ya que, actualmente recibe a cientos de extranjeros diariamente atraídos por la oferta de juegos de azar.
Foz de Iguazú, al situarse en una posición estratégica en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, se convertiría en un nuevo centro de atracción para turistas y jugadores que actualmente se desplazan a Ciudad del Este para satisfacer sus necesidades de entretenimiento y apuestas.
Esto podría traducirse en una disminución considerable en el flujo de visitantes a la capital departamental, afectando negativamente a la economía esteña, que depende en gran medida de estos turistas.
Por otro lado, la competencia directa con los nuevos casinos en la ciudad fronteriza podría impulsar a Ciudad del Este a mejorar y diversificar su oferta de entretenimiento y servicios para seguir siendo un destino atractivo.