
La renovación de buses chatarra que transportan a miles de usuarios diariamente en Ciudad del Este es un clamor hace décadas y una necesidad muy lejana de cubrir de parte de los empresarios, según Arnaldo Riveros, socio propietario de Ciudad Jardín y secretario de la Cetrapace. La baja recaudación, la falta de honestidad en el cobro del pasaje diario por parte de algunos conductores y los altos costos operativos hacen que la adquisición de nuevas unidades sea una tarea imposible sin el apoyo del Gobierno Central.
Riveros explica que el subsidio estatal solo beneficia a Asunción y Gran Asunción, a pesar de que los impuestos para financiarlo son pagados por todos los paraguayos. «Antes podíamos transportar hasta 350 a 400 pasajeros por unidad, un poco más en hora pico, pero ahora apenas alcanzamos entre 200 y 240, dependiendo del itinerario», lamentó.
Los costos operativos también son un factor determinante en esta crisis. Según Riveros, los gastos incluyen lubricantes, aceites, neumáticos, frenos, caja de cambios, motor, chapería, asientos, lavado y otros mantenimientos. Sin embargo, el gasto más elevado sigue siendo el combustible, representando un promedio del 60% del costo total. “Tenemos 30 unidades operativas, de las cuales cinco siempre están en el taller por mantenimientos o desperfectos mecánicos”, añadió.
Por su parte, la directora de Transporte Público de la Municipalidad de Ciudad del Este, Sonia Barrios, confirmó que las unidades de buses eléctricos de la comuna tampoco están generando la recaudación esperada, especialmente en enero. «Este mes es atípico para el transporte público. Muchas personas viajan, están de vacaciones y no hay actividad escolar ni universitaria. Recién a mediados de febrero se vuelve a la normalidad», explicó.

Los buses eléctricos transportan diariamente entre 230 y 250 pasajeros por unidad operativa. Además, se implementó el beneficio del pasaje gratuito para adultos mayores que presenten su cédula. No obstante, Barrios mencionó que se detectan intentos de fraude. «Algunos intentan usar la cédula de otra persona o buscan evitar el pago aunque aún no cumplieron los 65 años. En estos casos, se les permite viajar por esta única vez, pero se les informa que la próxima tendrán que pagar», señaló.
SIN SUBSIDIO, IMPOSIBLE
El problema del transporte público en Paraguay no es nuevo. Históricamente, las empresas “luchan” por modernizar sus flotas y ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía. Sin embargo, la falta de incentivos gubernamentales, los altos costos de mantenimiento y la disminución del número de pasajeros agravan la crisis en el sector. Muchos empresarios coinciden en que, sin una política clara y equitativa de subsidios que contemple a todo el país, la situación solo empeorará.
El impacto de esta crisis también se siente en la calidad del servicio. Los pasajeros deben soportar el pésimo estado de los buses, las demoras en los recorridos y la falta de unidades en horarios nocturnos. «Es desesperante esperar tanto tiempo y ver que los buses llegan llenos. A veces ni paran, y cuando lo hacen, es imposible viajar cómodo», es el reclamo común de los usuarios del transporte público en Ciudad del Este.