A medida que va culminando el año, la ola de atracos es imparable en el Alto Paraná. Delincuentes hacen de las suyas en las narices de la Policía Nacional, a cualquier hora del día, dando a entender que tienen vía libre para operar en la región. A pesar del hartazgo ciudadano y varias promesas por parte de los altos mandos policiales, la población sigue en manos de los marginales.
Ayer cerca de las 10 horas, dos motochorros irrumpieron en la estación de servicios “Compasa”, ubicada en el Km 27 de la ruta PY 02, en Minga Guazú. Intimaron a la encargada Laudelina Ramona Villasanti Núñez (52) a punta de revólver y la obligaron a entregar la suma de G. 100 millones que eran de la recaudación del fin de semana. El dinero estaba en una caja fuerte. El marginal ingresó solo a la oficina administrativa, mientras su cómplice conversaba con los playeros para que no se den cuenta del asalto. Tras el hecho se dieron a la fuga con el millonario botín. El actuar del delincuente quedó grabado en las cámaras del circuito cerrado. Las imágenes fueron entregadas a los investigadores policiales.
En cuestión de minutos otro violento asalto se registró en el centro de la ciudad de Juan León Mallorquín, siendo víctimas dos funcionarias de una estación de servicios del emblema Petropar, identificadas como Ilda Idalina Rojas (38) y Ruth Paredes Benítez (23). Ambas estaban casi llegando al Banco Nacional de Fomento para depositar unos G. 60 millones, cuando fueron interceptadas por tres delincuentes fuertemente armados que se movilizaban en un automóvil plateado. En la fuga los bandidos incineraron un automóvil Suzuki Celerio plata, con chapa BSK 175, a 500 metros de la ruta en un camino vecinal.
Los investigadores buscan pistas de los delincuentes que en tan solo 20 minutos se llevaron unos G. 160 millones en dos asaltos.