Para no permitir que los delincuentes y reducidores se salgan con la suya y evitar que el robo de celulares se convierta en un floreciente “negocio”, empresarios e importadores decidieron solicitar a la fábrica el bloqueo irreversible de los aparatos robados, con lo cual quedan inutilizados para siempre. La medida fue tomada con relación al gran asalto y robo de celulares registrado en el mes de septiembre en el barrio Pablo Rojas, ocasión en que fueron robados unos 3.000 teléfonos móviles de alta gama.
Importadores confirmaron a Vanguardia que ya están bloqueados de manera irreversible los 3.016 teléfonos celulares de alta gama, de las marcas iPhone y Xiaomi, valuados en US$ 1.500.000 aproximadamente. Se pidió a las fábricas el bloqueo del código IMEI de los aparatos, con lo cual los mismos quedan inutilizados para su uso. Con eso, los empresarios e importadores pierden la millonaria inversión que hicieron, pero al menos logran evitar que los delincuentes y reducidores sigan lucrando con productos robados.
“Con profundo pesar en el corazón, debo informar que esos aparatos fueron inutilizados vía fábrica. Lamentablemente las investigaciones policiales no llevaron a nada, en algunos allanamientos se recuperaron unos 100 teléfonos, pero el grueso de la mercadería robada está desaparecida y siendo negociada en el mercado negro. Por eso decidimos tomar este paso, para desalentar futuros robos”, expresó una de las importadoras responsables de los aparatos. La misma añadió que, al inutilizar los aparatos, podría producirse un “efecto en cadena” entre las personas que se encargaron de reducir y comprar estos aparatos, ya que al quedar inservibles, buscarán de alguna manera recuperar su inversión, con lo cual se darían elementos para la persecución policial – fiscal.
Recordemos que el robo se registró en la mañana del miércoles 13 de setiembre, en el depósito Puma del barrio Pablo Rojas, ocasión en que los delincuentes llevaron 3.016 celulares de alta gama. El circuito cerrado del depósito captó toda la acción de los delincuentes que llegaron al sitio a bordo de un automóvil Toyota Premio de color plata, sin chapa. Del rodado descendieron cinco hombres vestidos con uniformes tácticos, chalecos antibalas, y armas cortas y largas, quienes se alzaron con la valiosa carga.
ALLANAMIENTOS Y BANDIDOS BUSCADOS
Durante un allanamiento llevado a cabo en el barrio San Antonio por el fiscal Gabriel Villasanti, con el acompañamiento de agentes de la Secretaría de Prevención e Investigación del Terrorismo (Seprinte) y de la Comisaría 4ta, en una peluquería denominada «Nina Graciela», se encontraron 50 aparatos celulares de la marca Xiaomi en cajas cerradas, varias cajas de celulares vacías, dos maletas y una campera idéntica a la utilizada por uno de los autores del hecho, según se puede apreciar en el circuito cerrado. Posteriormente allanaron otra vivienda en el barrio Santa Ana y recuperaron otros 47 celulares, esta vez de la marca iPhone, totalizando unos 100 aparatos recuperados, de los 3.016 robados.
Conocidos bandidos que cuentan con frondosos antecedentes están vinculados en el caso. Ellos son Blas Pablo Melgarejo Benítez, alias “Chopalé” (capturado recientemente); César Leonardo Ramírez Acuña (30), alias “Boludo”, que también cuenta con orden de captura y varios antecedentes; Armando Sosa Aquino (35), con orden de captura por robo agravado; Miguel López Marín (49), con orden de captura pendiente por robo agravado y en cuya vivienda se habría guardado parte de la carga robada; Juan Alcides Cristaldo Yegros (40), alias “Pollo”, un viejo conocido de la Policía por varios hechos delictivos, principalmente asaltos millonarios; y Javier Antonio González Rodríguez (27), con pedido de detención por robo agravado. Este último es el dueño del automóvil Toyota Premio de color plata que habría sido utilizado para el atraco. “Chopalé” ya declaró y negó su vinculación con el atraco. Tampoco se hallaron evidencias en su poder que lo vinculen al caso.
En tanto, no se descarta complicidad policial en el atraco. Asimismo, se maneja la información que los celulares robados ya no se encuentran en territorio paraguayo. Se conoce de dos libaneses residentes de Foz de Iguazú, quienes serían los intermediarios del negocio. Se trata de Fadi Rkein y Ali Nasser Eddine. El hotel Fénix, ubicado a un costado de la aduana brasileña del Puente de la Amistad, fue el lugar donde se llevó toda la carga sustraída, de acuerdo a los datos.
Ahora, con el bloqueo permanente de la mercadería robada, surge de nuevo una luz de esperanza, ya que lógicamente muchos que compraron los aparatos robados, al no poder utilizarlos, querrán devolverlos o reclamar a quienes les vendieron, iniciándose así una cadena que podría eventualmente llevar a la Policía a determinar a todos los involucrados principales en el millonario asalto.