Medios brasileños informaron el lunes sobre la multa aplicada a la firma multinacional agropecuaria Cargill, por comprar cacao de cultivos en los que se detectaron trabajo infantil o forzado. Deberán pagar la suma de R$ 600.000 (G. 900.000.000 aproximadamente), tras la sentencia de la Justicia Laboral del Estado de Bahía, en el nordeste brasileño.
En su defensa, la multinacional con capital estadounidense, afirmó que adquiere cacao de cientos de productores, cooperativas y comerciantes, desconociendo si hay o no trabajo infantil. Esto no fue suficiente para la justicia brasileña, afirmando que sí estaban en conocimiento de ello.
“Al apoyar la contratación a través de intermediarios, la empresa demandada incentiva cada vez más el llamado sistema de tercerización material, dando lugar al aumento en la precariedad de las relaciones laborales”, argumentó la jueza Naiara Lage Pereira.
Además de la multa, la jueza determinó que la multinacional Cargill inicie un proceso de “debida diligencia” para verificar la existencia o no de trabajo infantil o forzado en su cadena de suministro. También deberá iniciar una campaña de concienciación para combatir este tipo de trabajos en el Brasil.
La sentencia también ordenó a Cargill que agregue a sus contratos con los proveedores brasileños cláusulas para finalizar la relación comercial en caso de que se presenten casos de trabajo infantil u otras condiciones laborales ilegales.
