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Calles convertidas en peligrosas trampas para los conductores

Las calles y avenidas se encuentran en pésimo estado, situación que empeora en los días de lluvia.

Uno de los problemas más recurrentes en nuestra ciudad es el mal estado de las calles en los diversos barrios, que además de la pésima imagen que dejan también se convierten en un verdadero riesgo para los conductores y causan serios daños a los vehículos. La falta de un correcto sistema de desagüe, construcciones deficientes, desidia de las autoridades, basuras arrojadas en la vía pública e incluso enfrentamientos entre comisiones barriales, son causales de esta triste realidad que se extiende incluso a nivel nacional.

Este desastroso panorama es una realidad con la que se deben enfrentar a diario los moradores de diversas zonas del barrio San Isidro y Ciudad Nueva. Tanto las calles empedradas como las asfaltadas están totalmente destruidas, convirtiéndose en peligrosas trampas para quienes las utilizan.

A pesar que ya se han iniciado los trabajos de canalización en ciertas calles, actualmente las obras están paradas y no pueden avanzar, aparentemente, debido a un conflicto que existe entre las comisiones vecinales de canalización y agua, respectivamente.

Pese a que los denunciantes prefieren no ser identificados  para evitar mayores problemas, aseguran que el conflicto se da por diferencias políticas, que incluso han llegado a agresiones y denuncias ante el Ministerio Público.  Aseguran que existen notas en la institución municipal en la que “atajan” los trabajos.

Las calles y avenidas se encuentran en pésimo estado, situación que empeora en los días de lluvia.

Una de las acciones más urgentes es la canalización completa, atendiendo que se trata de una zona baja donde la acumulación de agua es una constante, más aún en los días de lluvia. Recién después se podrán realizar las reparaciones de las arterias empedradas y asfaltadas.

Grandes cráteres, piedras sueltas, acumulación de agua y desniveles muy pronunciados, son características de la zona, que van desde la doble avenida Fulgencio Yegros hasta la calle Santa Rita, abarcando varias cuadras que forman parte del itinerario de la empresa Acaray.

Mientras sigue el conflicto, las calles de la zona siguen sin ser reparadas, en un estado calamitoso, que empeora enormemente en los días de lluvia, quedando intransitables gran parte de las mismas. Pese a que los funcionaros municipales ya han hecho las mediciones en el lugar, la falta de entendimiento e incluso acciones violentas solo atrasan las obras, perjudicando considerablemente no solo a los vecinos del lugar, sino que también a quienes utilizan diariamente los tramos en cuestión.

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