El paso fronterizo entre Puerto Iguazú (Argentina) y Foz de Iguazú (Brasil) es cada vez más caótico, generando filas kilométricas e incidentes de todo tipo entre las personas que deben soportar horas de espera para ingresar y salir de territorio argentino. Esto afecta a cientos de paraguayos que cruzan diariamente por el puente Tancredo Neves. Ayer la cola de vehículos llegó hasta cuatro kilómetros, según la denuncia.
En la Triple Frontera conformada por Paraguay, Brasil y Argentina, solo los dos primeros países mencionados cumplen con la libre circulación de personas. Argentina exige los procesos de migraciones para todos quienes ingresan a dicho país. Como no hay una conexión directa con Paraguay, se debe usar el puente Tancredo Neves.
La gran circulación vehicular incluye a personas que van a cargar combustible, turistas que visitan las Cataratas del Iguazú, estudiantes e incluso personas que acuden en busca de atención médica. En la citada pasarela internacional no hay suficiente personal para los trámites migratorios en Argentina, lo que hace que el paso sea demasiado lento.
Ayer, la fila era de más de cuatro kilómetros y la demora llegó hasta cinco horas, según la denuncia de automovilistas. Muchos avivados intentaban avanzar en la fila salteando varios lugares, por lo que se generaron varios incidentes. Con el intenso calor, la situación se volvió aún más complicada.
Los automovilistas afirman que la situación es cada vez más complicada, por lo que los diplomáticos deben buscar una solución para subsanar la situación. Los propios argentinos se manifestaron en varias ocasiones por la excesiva demora en este paso fronterizo. Los principales afectados son los trabajadores del sector turístico.
Hace varios meses, Migraciones Iguazú había afirmado que aumentaron la cantidad de personal, pero como la demanda se ha multiplicado el refuerzo no fue suficiente. Igualmente, los comerciantes y gastronómicos también se vienen quejando de esta situación, ya que la lentitud repercute en el flujo de turistas proveniente de la región.
Los afectados temen que la situación se agrave en los próximos meses, ya que el movimiento comercial y turístico aumenta de manera considerable en los últimos meses del año.