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Capacidad de gestión

La eficiencia en la gestión pública, que debería ser normal,  es determinante para el desarrollo de cualquier sociedad dirigida por instituciones públicas, y su importancia se acentúa en el ámbito municipal, donde las autoridades tienen un contacto directo con las necesidades ciudadanas.

En ese sentido, una administración municipal eficiente, es decir, aquella donde se puede alcanzar un objetivo con la menor cantidad de recursos disponibles, debe tener a referentes destacados en capacidades gestoras, y no meros charlatanes que solo se destacan en justificar mediocridades.

Las municipalidades son las unidades de gobierno más cercanas a la población y, por ende, las responsables de atender demandas esenciales como infraestructura, transporte, educación, salud, medio ambiente y desarrollo urbano. Sin embargo, la falta de planificación estratégica, la ineficiencia administrativa y la corrupción suelen obstaculizar su funcionamiento.

No existe institución comunal a nivel departamental que cuente con destacada capacidad de gestión, detectable a simple vista con las realidades de carencias en servicios públicos que son responsabilidades de intendentes y concejales.

Para ser un buen gestor, es fundamental diseñar planes de acción basados ​​en diagnósticos reales de la comunidad, priorizando inversiones y evitando improvisaciones, así como derroches de recursos públicos. El uso de los recursos municipales, al provenir del dinero de los ciudadanos, debe ser claro y sujeto a control.

La digitalización de procesos y la publicación de informes financieros pueden fortalecer la confianza pública, pero de manera permanente, no solo para populismo como en la mayoría de las instituciones.

La capacitación y profesionalización del personal también es parte de la mejoría de gestiones, pues al contar con servidores públicos capacitados, se permite una mejor administración de los recursos y una prestación eficiente de servicios.

Incluir a la ciudadanía en la toma de decisiones no solo fortalece la democracia, sino que también permite una praxis más alineada con las necesidades reales de la comunidad.

El desafío persistente para la mejoría de acciones de referentes municipales, tiene que ver con la excesiva politización de las administraciones locales, donde sin rubor quienes resultan electos, colocan en cargos de altísima relevancia a personas sin la formación necesaria, lo que afecta la calidad del servicio público. Para revertir esta situación, es imprescindible promover el acceso a la función pública a través de concursos de méritos y no únicamente por favores políticos.

Una gestión más ágil y transparente tiene más chances de ser efectivamente promotora de mejores tiempos para la generalidad.

La gestión eficiente de las comunas no solo impacta en el bienestar de la ciudadanía, sino que también contribuye al desarrollo del país en su conjunto.

Sin el compromiso con un liderazgo útil, con la planificación, la transparencia y la profesionalización de la función pública, independientemente a quienes asuman los gobiernos, no habrá jamás eficiencia.

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