El primer procedimiento se llevó a cabo el miércoles, alrededor de las 19:00, sobre la ruta PY02, a la altura del km 13,5 de Minga Guazú. Allí los intervinientes interceptaron una camioneta Kia Carnival en que viajaban el uruguayo Federico Ezequiel Santoro Vassallo (44) y toda su familia. Según los datos, entre los años 2020 a 2022, el mismo formó parte de la organización criminal liderada por Sebastián Marset, dentro de la cual cumplió la función principal de recibir, en concepto de pago, el dinero proveniente del tráfico internacional de cocaína realizado por el grupo criminal en territorio nacional.
En tal sentido, Federico Santoro se encargó de administrar dichas ganancias y gestionar los pagos que les correspondían a los demás integrantes del grupo criminal, por sus respectivas participaciones en la actividad de remesar la droga, cuyos montos eran previamente fijados y autorizados por Sebastián Marset Cabrera. Para eso llevaba el registro del dinero recibido y los pagos efectuados.
Santoro se encargaba de recibir, a favor de la organización criminal y por indicación de Sebastián Marset, maletas o bolsones cargados de fajos de billetes de dólares americanos, euro y otro tipo de moneda, por el pago por las cargas de cocaína enviadas al extranjero, cuyo dinero lo guardaba para su correspondiente administración e inserción dentro del sistema económico y financiero nacional, entre otras formas, mediante cambios de divisas, ya que el citado tenía los contactos adecuados en la frontera del país, específicamente en Ciudad del Este.
Igualmente, Federico Santoro se ocupó de realizar transferencias a las cuentas habilitadas en el extranjero, entre otros, y con alta probabilidad, en Estados Unidos, a favor de Sebastián Marset, siempre por indicación del citado. Es importante resaltar que Santoro tenía una relación de confianza, tanto con Sebastián Marset y Alberto Koube, razón por la cual, en el mes de abril de 2021, los tres viajaron a Dubai. También, y en particular, Santoro y Koube, realizaban entre sí transferencias bancarias, tanto en moneda guaraní y en divisas extranjeras.
SE FUGÓ
Luego del procedimiento A Ultranza Py, Federico Santoro, quien residía en Ciudad del Este, abandonó el país para residir en la ciudad de Foz de Yguazú, Brasil, y habría transferido sus bienes (inmuebles y rodados) a nombre de terceras personas. Sin embargo, ellos seguían siendo utilizados por Santoro y su pareja, esta última, además, se habría encargado de administrar dichos bienes, como también las pertenecientes a la organización criminal, ya que su pareja no podía operar en Paraguay debido a la orden de captura que existía en su contra.
MÁS OPERATIVOS EN ALTO PARANÁ
En prosecución a la captura de Federico Santoro, ayer se llevaron a cabo al menos 10 allanamientos a viviendas y sedes de empresas en el Alto Paraná, con el objeto de identificar bienes a ser incautados y recabar evidencias para la investigación. Una de ellas se ejecutó en el km 8 Acaray de Ciudad del Este, en un tinglado donde funciona una especie de alquiler de maquinarias denominada “Ñande Máquina”, de donde el fiscal Manuel Rojas incautó varios documentos