La superpoblación en la Cárcel Regional de Ciudad del Este incrementa la inseguridad, las violentas riñas y la condición insalubre de los internos. Situaciones que obligan a las autoridades a plantear una solución al problema de hacinamiento. Se analiza con urgencia la mudanza al penal de Minga Guazú luego del intento de fuga de varios presos a través de un boquete que estaba siendo abierto en un sanitario de visita. Por fortuna el plan fue descubierto y abortado.
Actualmente la Penitenciaría Regional cuenta con una población de 1.562 reclusos, de los cuales solamente 566 tienen condenas firmes y 1.022 prisión preventiva. El reclusorio tiene una estructura preparada para albergar 500 personas privadas de libertad y la población actual sobrepasa su capacidad, facilitando todo tipo de inconvenientes entre los presos.
Un moderno penal fue preparado en la ciudad de Minga Guazú, pero todavía se encuentra inhabilitado debido al retraso de algunas obras complementarias. Mientras tanto, el problema de hacinamiento continúa generando preocupación a los pobladores del barrio Boquerón, que deben dormir y despertar con el peligro latente de una fuga o un atentando, teniendo en cuenta la cantidad de peligrosos bandidos recluidos en el lugar.
¿PARA CUÁNDO LA MUDANZA?
El trasladado de los internos a la nueva cárcel depende exclusivamente de la culminación de las obras complementarias que se hacen a cuenta gotas. Posteriormente se procederá a trasladar a los reos que cuenten con condenas firmes, para disminuir la cantidad de personas privadas de libertad que saturan el sistema penitenciario del Este.
El nuevo reclusorio contará con 432 celdas y una capacidad máxima para 1.342 internos. También estará equipada con tecnologías de alta seguridad y cámaras con sensores de movimientos y reconocimiento facial a fin de evitar algún intento de fuga. Pero mientras sigue sin ser habilitado, las peligrosas facciones criminales se enfrentan por el dominio de territorio dentro de la Penitenciaría Regional de CDE.
SE PREPARAN NUEVOS AGENTES PENITENCIARIOS
Para garantizar la tranquilidad dentro de la penitenciaría, teniendo en cuenta los inconvenientes que se registran a diario, se busca aumentar la cantidad de guardia cárceles que estarán controlando 24 horas a los internos.
En Alto Paraná, más de 100 nuevos agentes penitenciarios del Ministerio de Justicia están realizando un curso de adaptación para reforzar los perímetros vulnerables de la cárcel.
