El lamentable hacinamiento en la Penitenciaría de Ciudad del Este pone permanentemente en riesgo a la población carcelaria, que cada vez se convierte más en una bomba de tiempo, según refirió el director jurídico de la referida institución, Luis Alfredo Duarte. “Tenemos 20 guardias para una población penitenciaria de 1.600 internos. Esta situación sobrepasa la capacidad de seguridad, pero hacemos todo lo posible y hasta lo imposible para mantener el orden. Es un esfuerzo grande que hacen los compañeros. Por ello venimos a pedirles el respaldo a la Junta Departamental, de manera a humanizar más la penitenciaría”, refirió.
Actualmente, la penitenciaría cuenta con 1.600 reos, de los cuales sólo 400 están condenados; es decir, 1.200 son internos procesados sin ningún tipo de condena. Es lamentable el estado de hacinamiento de la cárcel, lo que lo convierte en una bomba de tiempo; ya que fue construida solo para 400 internos. No reúne las mínimas condiciones de infraestructura e higiene.
En tal carácter, Duarte indicó que una vez que se concrete el traslado de los internos a la nueva penitenciaría de Minga Guazú, se arreglaría una parte del problema, por lo que están confiados en que sea superado este hacinamiento. Recalcó que es en la casa donde ya se les tiene que inculcar a los niños y jóvenes a tener en cuenta los valores familiares y las buenas costumbres, ya que no existen escuelas o facultades que les enseñen a las personas dichos valores.
“La primera institución donde deben aprender nuestros niños, adolescentes, jóvenes y adultos, es la institución llamada hogar. Es en la casa donde se debe aprender los buenos valores. Son dos personas las que implementan un sistema educativo integral que se llaman papá y mamá. Esos valores no se aprenden en las escuelas o en las facultades; se aprende en la casa”, declaró el funcionario.
