Contra viento y marea, el precandidato a la intendencia de Ciudad del Este por el movimiento “Resistencia Liberal”, sigue articulando gestiones para poder llegar a la mayor cantidad de sus correligionarios, con el afán de convencerlos a que se suban al barco azul en las elecciones municipales del próximo año.
El descontento masivo, la decepción, la falta de confianza hacia las autoridades partidarias y la ausencia de respuestas a necesidades políticas de la dirigencia de base, son las barreras que Cardozo deberá ir derrumbando de a poco, de modo a ir reconstruyendo el partido.
Si bien es cierto, el político goza del respaldo de un sector del liberalismo esteño; también existe otro sector que lo cuestiona con durezas, debido su falta de respuestas cuando ejerció los cargos de gobernador y de diputado.
Las condiciones no son las más favorables para Cardozo, quien había adelantado en un mitin político que abrirá un espacio de “Ñemongeta” (Conversatorio), a los efectos de volver a conquistar a aquellos afiliados que hace tiempo se desencantaron del PLRA. La tarea emprendida es ardua y pese a ello, el intendentable liberal aseveró que se está convirtiendo en el principal gestor de la unidad liberal, asegurando que con la ayuda de todos, volverán a fortalecer al partido.
En todos sus discursos, el político se muestra cauto y abiertamente evita hablar mal de cualquier contendor político, lo que le podría servir como elemento de captación de votos a su favor. En estos momentos, en el PLRA todo es incertidumbre, debido al fuerte revanchismo político interno que los coloca en una situación poco favorable en relación a las elecciones municipales del próximo año.
