
Don Julián Martínez Escobar, quien vive solo en la localidad Santa Librada, calle 8 de Diciembre del distrito Santa Rosa del Aguaray, salió esta mañana en busca de sus dos vacas al percatarse que habían sido robadas. A 500 metros de su casa encontró a una de ellas ya faenadas.
El abuelo se sustentaba vendiendo la leche de su vaca. Es de muy bajos recursos y vive en una casa muy humilde. La otra vaca fue hallada un poco más distante del mismo lugar, pero todavía es muy pequeña para producir leche.
El pobre abuelo entró en tristeza y desesperación por que esa era su única forma de ganarse la vida. El pobre lamentó que a pesar de su situación económica no se salvó de los rateros.