
Una nueva modalidad de inconsciencia es lo que se suma a los innúmeros problemas con que deben lidiar los encargados de los cementerios de la zona. Además de la superpoblación y saturación de los camposantos, la invasión de adictos y rateros que sustraen cualquier tipo de objetos de los panteones, hoy se suman los “carriteros”, que no contentos con arrojar desechos en las veredas de estos lugares, ingresan a depositarlos incluso sobre las tumbas.
Estos personajes se encargan de recoger las basuras de las viviendas de distintas zonas, cobrando por cada servicio, generalmente a quienes no quieren abonar mensualmente por la recolección a las empresas que se encargan de esa función.
Hasta hace poco tiempo, los “carriteros” arrojaban los residuos en patios baldíos u optaban por zonas menos pobladas, pero con la intensificación de los controles adoptaron esta nueva modalidad, ingresando a los cementerios en horas de la noche para descargar las basuras incluso sobre las tumbas. “En los últimos tiempos ya no se conformaban con dejar en los costados del cementerio y ahora simplemente ingresan, es increíble. Varias veces nos encontramos con enormes piezas de muebles, cocinas viejas, incluso camas que fueron dejadas aquí en el medio del patio”, indicó Luz Gómez, encargada de un cementerio.
La misma explicó que esto genera una especie de gasto y esfuerzo doble, porque a pesar de los intentos constantes por mantener el orden y la limpieza dentro del predio, estas acciones echan a perder todo el trabajo. “Unas dos veces por semana nos encontramos con esta situación y es empezar todo de nuevo, es movilizar a una gran cantidad de personas y ver la forma de destinar estos residuos”, acotó.
Dijo también que prácticamente ya se hizo un hábito encontrar restos de animales en el lugar, principalmente perros y gatos. “Los vecinos nos vienen encima por el fuerte olor, muchas veces pensamos que se trataba de algún ataúd, pero cuando iniciamos la búsqueda, nos encontramos con eso”, expresó.
La mujer señaló que los reiterados inconvenientes con los rateros ya han generado incluso problemas con los familiares de los difuntos, quienes manifestaron que no hay interés de los responsables en “parar” con los robos. “Muchas veces la gente cree que nosotros no hacemos nada por los ‘chyrys’ que rondan el cementerio, pero ya hicimos denuncias en todos los estamentos posibles en reiteradas oportunidades, incluso tengo una amenaza de muerte por eso”, finalizó.
Pese a la existencia de guardias de seguridad las 24hs del día durante toda la semana, los mismos no dan abasto, atendiendo la gran extensión del terreno y la ausencia de muros que brinden un poco más de apoyo.