La imprudencia y el irrespeto constante a las leyes de tránsito siguen cobrando víctimas en las rutas de la capital departamental. Esta vez un motociclista que circulaba a gran velocidad atropelló a tres estudiantes que cruzaban la ruta para dirigirse a la escuela, dejando a uno de ellos en estado crítico. El hecho ocurrió el pasado viernes, en la zona del Área 4 de Ciudad del Este. Abel Ortega Estigarribia (22) conducía una motocicleta y no redujo la velocidad pese a que otros automovilistas ya habían frenado para dar paso a los niños que estaban cruzando la ruta. El impacto fue violento y causó heridas de consideración a los tres menores. Uno de ellos, Braian López, de tan solo 6 años, se encuentra actualmente en terapia intensiva en la Fundación Tesai. Los otros dos estudiantes también fueron trasladados al hospital con lesiones, aunque fuera de peligro. Este lamentable episodio vuelve a poner en evidencia la preocupante situación del tránsito en Ciudad del Este, donde los motociclistas en particular violan sistemáticamente las normas viales sin que exista un control efectivo por parte de las autoridades. La falta fiscalización y el exceso de velocidad son factores que agravan cada vez más la seguridad en las rutas, poniendo en riesgo la vida de los peatones y conductores. Los ciudadanos exigen respuestas urgentes y acciones concretas para frenar esta alarmante realidad, antes de que más vidas inocentes sean afectadas. La imprudencia de muchos motociclistas se ha convertido en una de las principales amenazas para la seguridad vial y la salud pública. En calles y avenidas, es cada vez más común ver a conductores de motocicletas que suben sobre las veredas, cruzan semáforos en rojo, se adelantan por cualquier lado y circulan sin casco, ignorando por completo las normas de tránsito. Lejos de respetar el derecho de paso o las señales de tránsito, muchos de estos motociclistas imponen su propia ley, generando situaciones de peligro no solo para ellos mismos, sino también para peatones y demás conductores. La falta de control y sanción por parte de las autoridades ha permitido que esta conducta se normalice en gran parte del país. Como consecuencia directa, los hospitales están recibiendo un número alarmante de accidentados por siniestros protagonizados por motociclistas. Las salas de urgencias, ya sobrecargadas, se ven colapsadas por casos que podrían haberse evitado con un mínimo de responsabilidad y cumplimiento de las leyes.