
Se cumple un año del “Robo Del Siglo” a los trabajadores cambistas sin novedades
Ciudad del Este celebraba un nuevo aniversario entrada la madrugada del 3 de febrero del año pasado y la atención estaba centrada en el estadio Antonio Aranda con el Ecofest y la explanada de la Catedral San Blas, con el santo patrono, disfrutando de presentaciones musicales y los petardos que iluminaron el cielo esteño. Mientras, un grupo de delincuentes comenzaba a ejecutar el plan de hurto a la bóveda de la Asociación de Trabajadores Cambistas (ATC), en el microcentro esteño, a través de un túnel que iniciaba a unos 150 metros en un salón alquilado meses antes para una supuesta tienda de ropas. Durante la mañana siguiente, un sabotaje al sistema eléctrico de la ANDE ayudó a que el trabajo de apertura de un boquete en una de las paredes pueda ser ejecutado sin inconvenientes varios metros bajo tierra, evitando que cualquier sensor de movimiento y cámaras de vigilancia los descubra. Ya en la madrugada del 5 de febrero, los delincuentes ingresaron a la bóveda y se apoderaron de millones y millones de dólares que estaban guardados en 148 casilleros de los 308 disponibles, pertenecientes a los trabajadores cambistas en calle. El dinero fue llevado a través del mismo túnel hasta el salón arrendado y retirado en decenas de bolsas negras, en dos vehículos. En la mañana, las víctimas se disponían a iniciar su jornada laboral, pero no pudieron abrir la puerta que parecía estar trancada por dentro y, efectivamente, así fue. Varias horas de trabajo tomó para lograr ingresar a la bóveda y la peor escena pensada estaba ante los ojos de los trabajadores. El interior totalmente desordenado, cajas vacías y el boquete en una de las paredes. Casi todo el dinero fue robado. A un año del considerado “Robo del Siglo”, solo hay tres detenidos en el caso. Un brasileño y dos paraguayos. En cuanto al monto robado, todo quedará en especulación y una especie de leyenda urbana. Algunos indican que será 4 a 5 millones de dólares, aunque los propios afectados hablan que superaría los 30 o 50 millones, quizás más. Lo cierto, es que el dinero no estaba registrado oficialmente y se manejaba de forma informal por cada cambista. Nunca se hizo una denuncia oficial por miedo a represalias legales de parte de las autoridades paraguayas, lo cierto, es que la ejecución del plan de robo fue perfecta.