El Gobierno de Chile informó ayer que tomó la determinación de poner fin a la misión de su embajador en Venezuela, Jaime Gazmuri, tras “el fraude electoral del régimen” de Nicolás Maduro, al igual que lo hizo Paraguay el lunes pasado.
La decisión, según se indica en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, se toma tras los hechos ocurridos luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, “tras las cuales Nicolás Maduro ha asegurado que seguirá siendo el presidente de ese país como resultado del fraude electoral perpetrado”.
“Luego de que el personal diplomático chileno fuera expulsado de Caracas en agosto pasado, ha ido en aumento la falta de apertura, lo que, junto a la agudización de la crisis desencadenada, ha impedido el desarrollo de un diálogo bilateral efectivo”, se lee en el texto de la Cancillería chilena.
El Ministerio de Exteriores también afirmó que espera que Venezuela retome la senda de la democracia y de la promoción y protección de los derechos humanos.
Chile se suma así a Paraguay, cuyo Gobierno reconoció este lunes al opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela y con derecho a asumir la conducción de ese país en la posesión que tendrá lugar este viernes 10 de enero.
En un comunicado difundido por la Presidencia, el Ejecutivo paraguayo exigió al embajador de Venezuela en Asunción, Ricardo Capella, y al personal diplomático acreditado en Paraguay “que abandonen el país en las próximas 48 horas”.