Las cárceles en Paraguay, lejos de ser un lugar de reinserción, son una verdadera universidad para especializarse en la delincuencia. En todos los reclusorios operan grandes clanes y organizaciones criminales que dictan las órdenes a las autoridades para que se mantenga la tranquilidad, o caso contrario generan disturbios, amenazan de muerte a los agentes penitenciarios y extorsionan. De esa forma controlan totalmente las instalaciones.
Dos poderosas facciones criminales, como son el Clan Rótela y el Primeiro Comando da Capital, disputan el dominio de las penitenciarías con mayor población de internos por la alta rentabilidad que genera la venta de drogas, armas y aparatos celulares. El dominio de los grupos criminales se debe a la vulnerabilidad de los controles y la infidelidad de algunos guardias cárceles.
La Penitenciaría Regional de CDE es una de las más hacinadas, con 1.420 hombres privados de su libertad. Una gran cantidad de los internos forman parte de algunas de las facciones criminales. Además de ser superpoblada, la cárcel local también es una verdadera bomba de tiempo, por el peligro que representa su ubicación en medio de un barrio residencial e instituciones públicas.
En los últimos tiempos el Clan Rótela supuestamente tiene el mando del movimiento interno de la cárcel regional, por lo que se opone rotundamente a cualquier medida de control que se implementa. El lunes el director del penal Rubén Ireneo Lombardo Cristaldo denunció que recibió amenazas de muerte que provendrían del Clan Rótela, indignado por las medidas restrictivas impuestas.
Lombardo Cristaldo mencionó que ordenó algunos cambios en la seguridad interna, situación que no agradó al Clan Rótela, porque se realizaron incautaciones de drogas y otros objetos prohibidos que supuestamente serian para los integrantes de la organización criminal. Por ello puso a conocimiento de las autoridades competentes el hecho , teniendo en cuenta varios antecedentes del grupo.
El Clan Rótela se especializa en narcotráfico, cuyo origen se dio con la venta de crack en barrios de la capital y Concepción. Cuenta con miles de soldados dentro y fuera de las penitenciarías, convirtiéndose en una banda con fuerte trascendencia nacional.
Dentro de las penitenciarías sus integrantes son en su mayoría reclusos con prisión preventiva, que aguardan ser condenados ante el lento sistema de justicia. Organismos de seguridad revelaron que la banda criminal ya superaría a su principal contrincante dentro de las cárceles, la facción brasileña Primer Comando Capital (PCC).
CELDAS VIP
La disputa no solamente se da entre organizaciones criminales por el territorio dentro de la cárcel. El director de la cárcel Rubén Lombardo supuestamente maneja un esquema bien estructurado de «peaje» por todo lo ilícito que ingresa al recinto penitenciario. Según los datos, los que comandan la venta de drogas, bebidas alcohólicas y drogas, pagan altas sumas de dinero para que sus «mercaderías» no falten dentro de la cárcel.
Otro negociado del administrador de turno, sin duda alguna, son las famosas «celdas vip», donde son acomodados los reos con buenas condiciones económicas que pagan por una especie de hotel dentro del penal, con derecho a internet, televisión, heladera, acondicionador de aire, cama confortable y muchos otros beneficios. Las privadas también se constituyen en una verdadera máquina de hacer dinero, ya que los reos que deseen pasar la noche con sus parejas deben pagar de entre G. 200 y 300 mil por noche.
