
En un contexto global marcado por desafíos ambientales y sociales, la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) cobró un rol central dentro de las estrategias corporativas. Para el Lic. Juan Vicente Ramírez Añazco, miembro de la Comunidad Internacional de Empresarios y Ejecutivos Schoenstattianos (CIEES), la RSE es hoy una necesidad ineludible para las empresas, que deben enfocarse en la rentabilidad económica y el impacto en el medioambiente y en la sociedad.
Según el especialista, el cambio climático dejó de ser un tema de discusión teórica para convertirse en una realidad tangible que afecta el día a día de la humanidad y de las empresas. En ese sentido, las organizaciones deben empezar a considerar el factor climático dentro de sus ecuaciones comerciales y de negocios, ya que este incide directamente en sus costos operativos y en la sostenibilidad de sus actividades.
Este impacto se debe, en gran medida, al uso irracional de los recursos naturales, lo que generó graves consecuencias como la escasez de agua, la deforestación, la contaminación del aire y la pérdida de biodiversidad. Frente a este panorama, Ramírez Añazco habló de la importancia de que las empresas tomen conciencia de su rol y adopten medidas concretas para minimizar su huella ambiental.
LAS EMPRESAS COMO AGENTES DE CAMBIO
En la actualidad, muchas multinacionales avanzan considerablemente en la integración de la RSE dentro de sus estructuras organizativas, estableciendo departamentos especializados que abarcan desde la gestión ambiental hasta el bienestar de sus empleados y la relación con la comunidad.
“No solo se trata de reducir el impacto ambiental, busca mejorar la calidad de vida de las personas. Las empresas deben preocuparse por el bienestar de sus colaboradores, sus familias y las comunidades donde operan. Una organización que cuida a su gente y a su entorno es más sostenible y tiene mayores posibilidades de crecimiento a largo plazo”, explicó Ramírez.
Uno de los beneficios más notables es su impacto en la productividad y en la innovación empresarial. Según el miembro de CIEES, cuando los trabajadores tienen acceso a mejores condiciones de vida, educación y desarrollo profesional, su rendimiento dentro de la empresa mejora notablemente. Esto se traduce en mayor compromiso, creatividad y eficiencia, lo que a su vez fortalece la competitividad de la organización.
“El desafío de las empresas en la actualidad no es solo ser rentables, también deben ser agentes de cambio. Incorporar la Responsabilidad Social Empresarial dentro de las estrategias corporativas no es una opción, sino una obligación para garantizar un futuro más sostenible”, finalizó Ramírez Añazco.