El proceso por el cual los niños adquieren habilidades básicas como hablar, moverse, interactuar con su entorno y otras personas, es lo que hace al desarrollo neuropsicomotor. El retraso en los logros que deben ser adquiridos dentro de una franja etaria, es motivo de consulta frecuente. La clave para un tratamiento eficaz, está en un diagnóstico precoz.
El desarrollo neuropsicomotor es el desenvolvimiento del bebé en todas las áreas, motora, cognitiva, del lenguaje, comportamiento social y otros. Esto se verifica con el test de Apgar, un examen que se le realiza al recién nacido dos veces. En el primer minuto tras el nacimiento se evalúa su nivel de tolerancia al parto y a los cinco minutos se evalúa su adaptación al nuevo medio. En estas mediciones se verifican los parámetros del tono muscular, el color de la piel, ritmo cardiaco, los reflejos y la respiración del pequeño, explica la Dra. María Odette Nassif Val, especialista en fisioterapia en neurología.
El examen de Apgar es de fundamental importancia, arroja resultados que deben ser considerados de acuerdo a la puntuación. Si la escala oscila entre 7 a 10, el bebé está dentro de la normalidad, si es inferior a 7 requerirá atención médica, si es inferior a 4, es una situación de emergencia. “Estos datos se encuentran en la libreta del bebé, es el primer punto que los padres deben atender. Es un indicador de cómo se desarrollará el bebé”.
SEÑALES DEL RETRASO PSICOMOTOR
En la siguiente etapa, para verificar el estado psicomotor, se evalúan los marcos o hitos del desarrollo, que son las destrezas físicas, coordinación motora, cognitiva, emociones, comportamiento social y el lenguaje de los niños a medida que crecen. “Algunos creen que es muy chiquito, que un bebé no tiene comportamiento social, y la verdad que sí tienen, ríe cuando la mamá le habla, llora si ve a una persona extraña”. La médica explicó en esta cronología:
De 0 a 3 meses de vida, empieza a tener un control cervical e intenta otros movimientos. “Busca controlar el cuellito, va a intentar moverse. La vista aún es leve, reconoce el olor de la mamá, la voz del papá, eso es parte de su comportamiento social. En tanto el lenguaje, el bebé llora cuando tiene hambre, tiene un llanto diferente cuando tiene dolor, eso la mamá también ya sabe reconocer”.
La profesional agregó que cuando el bebé nace, el cerebro pesa solo 300 gramos, pero en un año, llega a triplicar ese peso y esa es la fase más importante en su desarrollo, sostiene.
De 4 a 6 meses, ya tiene el control cervical y realiza movimientos boca arriba y boca abajo. “En este periodo también ya empieza a sentarse, primero con la mano enfrente, luego en las laterales y después sin apoyo”.
De 6 a 8 meses, intenta gatear, trabaja para lograrlo. “Algunos podrán hacerlo poquito antes o poquito más tarde”.
De 9 a 10 meses ya debe gatear. Comentó el caso de una bebé de 12 meses que no gateaba, pero su área cognitiva estaba bien desarrollada. Su madre refirió que la lleva a su trabajo, la menor queda en un carrito a su lado, donde le va hablando. “Entonces aquí el inconveniente fue que ella no estaba teniendo un espacio donde moverse, el retraso era leve y se debía al entorno”. Recomienda tener un espacio donde se pueda bajar al bebé. “Porque ellos necesitan esa experiencia motora, la experiencia del lenguaje, cognitiva, todo juntos.”
De 10 a 12 meses, inicia a pararse y caminar. “Hay bebes con 10 meses de vida, que ya caminan”.
Si se observa que no logra estos marcos o hitos de desarrollo en los tiempos indicados, se debe consultar. “En ocasiones, las madres alegan que también ellas fueron así de bebé y normalizan el atraso, eso no es correcto. El desarrollo debe ser atendido”.
NO DEJAR A BEBÉS MUCHO TIEMPO ACOSTADO
Es muy frecuente que los bebés, desde los 3 meses queden con una encargada en la casa, mientras la madre va al trabajo. En ese lapso, el pequeño está mayormente acostado, ya que quien lo cuida se dedica a los quehaceres de la casa. “Le examinamos los reflejos, revisamos la cabeza, en la zona de atrás tiene poco cabello, porque está pasando más tiempo acostado cuando ya debería estar sentando”.
Otra situación derivada de estas condiciones, es que el bebé está recibiendo poca estimulación, lo que contrarresta a los objetivos, en una fase importante para el cerebro y el desarrollo.
CELULAR, TABLET Y TELEVISOR SON CONTRAPRODUCENTES
La profesional pidió a los padres a evitar la entrega de celular, televisor o tablet a los niños. Ninguno de estos dispositivos colabora en su desarrollo, al contrario, los limita, explicó. “Comienzan a copiar todo, los niños llegan hablando igualito al dibujito, el mismo tono de voz, la familia ve eso como algo maravilloso; y no es bueno porque el cerebro está copiando lo que está viendo, no está desarrollando como debe desarrollarse”.
En lugar de las pantallas, sugirió a que les brinden juguetes, con colores y sonidos. “Los bebés son curiosos, van a buscar descubrir todo del juguete”.
FAMILIAS SE NIEGAN A ACEPTAR
Muchas familias se niegan aceptar el diagnóstico de retraso neuropsicomotor o lo minimizan, postergando el tratamiento a tiempo, indicó la Dra. Odette. “Se detecta temprano, pero la familia no acepta, transcurre el tiempo, el niño regresa a consultorio con 3 años de edad, sin haberse tratado, ya podía tener significativas mejorías”.
Algunas familias creen que sus hijos se van a recuperar solos, sin necesidad de acompañamiento profesional, alegan que es un proceso natural. La médica explica, los parámetros para el diagnóstico son certeros, ya debidamente comprobados, por lo que el niño con retraso neuropsicomotor necesita la estimulación temprana.
IMPORTANCIA ESTIMULACIÓN TEMPRANA
Hay niños que tienen parámetros normales, pero por falta de estímulos retrocedieron. En ese grupo, encontramos a niños con trastorno de déficit de atención, trastorno del desarrollo, trastorno del espectro autista, tuvieron falta de estímulos o malos estímulos, por ejemplo, por haber pasado mucho tiempo con las pantallas electrónicas.
La estimulación temprana (de 0 4 años) es amplia y los profesionales que brindan el servicio son fisioterapeutas, fonoaudiólogos, terapeuta ocupacional y otros. La detección precoz es la principal aliada para iniciar el tratamiento a tiempo.
Es común escuchar que los bebes de hoy día son más inteligentes, en realidad, tienen más estímulos, según la Dra. Odette. Antiguamente el bebé nacía, quedaba arropado y cubierto con manta en un cuarto oscuro durante 15 a 20 días. “Qué experiencia tendría ese bebé, en una pieza oscura, prácticamente con los brazos atados, no podía tener movimiento alguno. El bebé de hoy día, nace, se viste y ya está compartiendo en los ambientes de la casa”. Recomienda llevar a los bebés de paseo, a la plaza, al supermercado. “Los ayuda a desarrollar el comportamiento social, los preparan para relacionarse con otras personas en nuevos ambientes, sin asustarse, sin llorar”.
Instó padres a buscar a los profesionales para acompañar a sus hijos en caso que tengan retraso neuropsicomotor. “Aceptar el problema y buscar solución, nadie es culpable”.