El estado financiero de la municipalidad de Hernandarias es desastroso y eso quedó evidenciado con la exposición del equipo de asesores del intendente Nelson Cano. El informe presentado ante la Junta Municipal demostró que hay atrasos considerables en sueldos del personal municipal y también con proveedores, lo que ya afectó la provisión de insumos para la institución. Los ediles indicaron que se pronunciarán sobre el caso en bloque, aunque los oficialistas ya minimizaron la situación.
La comuna arrastra un presupuesto inflado de unos G. 43 mil millones y su recaudación anual es de solo G. 27.500 millones, motivo por el que presenta un enorme déficit. Los asesores de la comuna no pudieron convencer del porqué no recaudan lo que cada año se fijan como meta. No hay una programación para mejorar el nivel de ingresos en la institución.
“La situación está fea y creo que no vamos a poder recurrir a un préstamo, porque el año pasado le aprobamos al intendente G. 1.500 millones para pagos de aguinaldos y otras cuestiones pendientes, pero el banco rechazó el préstamo. Las condiciones financieras no están dadas para que ahora la decisión de la gente del banco sea diferente”, explicó el concejal Alberto Báez (PLRA).
En lo que respecta al pago de funcionarios, la comuna adeuda G. 417 millones, como parte del sueldo del mes de mayo. Luego quedan los 7 meses restantes del 2024 que no saben cómo van a cumplir con los obreros. De acuerdo a la ordenanza tributaria, se han destinado unos G. 15 mil millones para servicios personales, pero no dieron explicaciones de lo que pasa con el dinero destinado a los trabajadores.
En cuanto a la deuda flotante del año pasado con los proveedores, se cubrió por un monto de G. 7.819 millones, hasta el mes de febrero. Quedó un saldo de G. 2.396 millones que fueron reprogramados con el aval del legislativo municipal. Según el concejal Báez, varias empresas han recurrido a la Junta Municipal para pedir la mediación ante el ejecutivo y así cobrar al menos algunos meses de sus facturas pendientes.
UN EXAMEN ESPECIAL DE LA CGR
Si bien los oficialistas de la Junta Municipal minimizaron el pésimo estado financiero de la comuna, los críticos a la gestión de Nelson Cano esperan que la Contraloría General de la República revise su administración, cuya rendición de cuentas fue rechazada en dos oportunidades.
El intendente, en un intento desesperado que su gestión no sea fiscalizada, vetó la resolución del legislativo que solicitó la revisión inmediata del ente contralor sobre los manejos financieros de la comuna. Pero luego de varias dilaciones, se obtuvieron los votos suficientes para levantar el veto y ratificar el pedido al órgano contralor.
“Está todo en manos de la Contraloría, nosotros esperamos que haga una revisión general del estado financiero y a partir de ahí saber si corresponde recurrir al Ministerio Público o un pedido de intervención de la municipalidad, inclusive”, explicó el concejal Báez, que fue uno de los más críticos durante las explicaciones de los asesores de la comuna, en la sesión de ayer.
La Junta Municipal convocó al intendente Nelson Cano para dar explicaciones sobre la casi nula recaudación, pero esa tarea estuvo a cargo del director jurídico Darío Guachiré, el asesor económico Alexis Rivas, la asesora financiera Mirna Giménez, la auditora Liliana Lezcano y la dirección de Administración y Finanzas, a cargo de Fátima Franco. Los funcionarios indicaron que una alternativa es notificar a los grandes contribuyentes de impuestos inmobiliarios para que paguen sus tributos adelantado y así cumplir con las deudas.