Tras las denuncias sobre la tala de árboles que se encuentran en la vía pública, la Municipalidad de Presidente Franco, a cargo de Roque Godoy (PLRA), se mantiene en el más absoluto silencio. La comuna viene cometiendo crímenes ecológicos desde el año pasado, con la falsa promesa que con cada árbol caído, se plantarán 10 plantines. Según las denuncias, funcionarios municipales no solo proceden a derribar ilegalmente los árboles, sino que luego los comercializan en establecimientos que se dedican a la fabricación de mesas y sillas rusticas.
Para el traslado de los restos de los árboles cortados de manera grosera, se utilizan móviles de la comuna, con los que acercan a los sitios donde lo van a procesar y luego convertir en mesas o sillas. Lo peor de todo esto es que el flete es solventado por los contribuyentes, por lo que sale gratis a los compradores.
Las municipalidades tienen atribuciones de otorgar los permisos correspondientes para que se lleven a cabo las talas o podas de árboles, sin embargo, ante la falta de control o la existencia de contubernios entre los funcionarios municipales, se convirtió en un lucrativo negocio que solo beneficia a unos pocos en perjuicio de toda la población.
Además de mantenerse en silencio, las autoridades franqueñas se muestran insensibles a esta preocupante situación, debido al crimen ecológico que está causando no solo a Presidente Franco, sino a todo el Alto Paraná.