El fiscal Elvio Aguilera Vázquez, en representación del Ministerio Público, obtuvo la condena de Vicente Amado Ortiz Villamayor (35) y Juan Ramón Rojas (30), acusados por tenencia y comercialización de sustancias estupefacientes. Durante un juicio oral, celebrado en el Poder Judicial de Ciudad del Este, ambos fueron declarados culpables. El primero recibió una sentencia de 6 años de prisión y el segundo una sanción de 5 años.
El Tribunal de Sentencia, presidido por la juez Flavia Lorena Recalde e integrado por los magistrados Milciades Ovelar y Emilia Santos, emitió la condena tras considerar las pruebas producidas por la Fiscalía. Durante el debate se presentaron varias pruebas documentales, testimoniales y periciales que demostraron la culpabilidad de los procesados.
Según los antecedentes, los hechos que dieron lugar a la condena ocurrieron el 26 de agosto de 2023, a las 21:40 horas, cuando una comitiva del Ministerio Público y la Secretaría Nacional Antidrogas realizó un allanamiento en el local comercial denominado «Michel Bebidas», ubicado en la avenida Bernardino Caballero del barrio Obrero de Ciudad del Este. Durante el operativo se incautaron 13,02 gramos de cocaína, distribuidos en 7 dosis para su venta al menudeo.
En esa ocasión, Ortiz Villamayor, quien era el propietario del establecimiento, fue encontrado en el interior de un baño del local, dosificando la cocaína en pequeñas bolsitas de polietileno. Sobre una mesa se encontraba una balanza de precisión, un cuchillo y un teléfono celular, junto a las bolsas de polietileno cortadas en pedazos. Además, llevaba en su bolsillo más dosis de la droga, así como cinco proyectiles calibre 38mm.
En el lugar también fue detenido Juan Rojas, quien se identificó como el delivery del local. Al ser inspeccionado, se encontró en su ropa interior una dosis de cocaína envuelta en polietileno, así como varios billetes en diferentes denominaciones, sumando un total de G. 625.000, monto que sería producto de la venta de las sustancias prohibidas.
Durante el juicio oral, se estableció que Ortiz Villamayor era el encargado de dosificar y distribuir las sustancias para su posterior comercialización, mientras que Rojas se encargaba de la entrega y distribución de las dosis en la calle. Considerando la participación de cada uno de ellos, los jueces aplicaron la sentencia.