
El Ministerio Público, representado por los fiscales Edgar Benítez y Alcides Giménez, pidió 12 años de cárcel para Rafael Esquivel, alias “Mbururú” y 15 años de pena privativa de libertad para Diego Gonçalves Díaz, uno de los nativos que encabezó el ataque a la propiedad de la familia Torraz, en la localidad de Itakyry. Finalmente el polémico pseudo activista social recibió una pena de 10 años de encierro y el indígena 12. De los demás 16 procesados, cuatro fueron absueltos y los demás recibieron penas entre 2 y 8 años de reclusión. El juzgamiento concluyó ayer a las 19h en el Poder Judicial de Ciudad del Este.
En los alegatos finales, los jueces Herminio Montiel, Marino Méndez y Zunilda Martínez explicaron que la pena aplicada a “Mbururú” fue por los hechos de coacción grave y robo agravado. Los propulsores de la querella adhesiva habían solicitado 20 años de cárcel para el mismo, pero los demás hechos que le atribuyeron no pudieron ser comprobados.

Diego Gonçalves Díaz, es hijo de Marta Díaz, lideresa de la comunidad indígena ubicada en la colonia Chacorei del Itakyry. El citado fue el más violento durante el ataque al establecimiento de la familia Torraz. Incluso durante el debate público interrumpió hasta al presidente del tribunal colegido. El mismo no demostraba ningún arrepentimiento y lanzaba comentarios desafiantes alegando que el terreno en cuestión pertenece a los nativos. Por ese motivo recibió la pena más alta entre todos los acusados.
Los ahora condenados quemaron implementos agrícolas, mataron animales de corral y amenazaron con violar a las mujeres. Incluso se apoderaron de varios objetos de valor que estaban en el interior del vehículo del hijo del dueño de la propiedad.