
Los drogadictos se han vuelto un verdadero problema para la ciudadanía, debido a que abundan en los barrios de distintas ciudades paranaenses, cometiendo hurtos y robos de pertenencias para seguir drogándose. La situación se está volviendo insostenible por la falta de estrategias para combatir el consumo y circulación de los estupefacientes en las comunidades más vulnerables del Alto Paraná.
Pobladores de los Km 7 y 8 Monday y Acaray, así como de los barrios Santa Ana y Pablo Rojas de Ciudad del Este, son víctimas frecuentes de hurtos domiciliarios perpetrados por adictos que ingresan a sus casas en horas de la noche para apoderarse de todo lo que encuentran a su paso.

Otras zonas acechadas por los adictos son los barrios Saltos de Monday, Área 5, San Miguel, Caacupemi y Santa Rosa de Presidente Franco. Cuando oscurece, los vecinos ya deben estar atentos ante la presencia de drogadictos que deambulan por las calles en busca de cualquier objeto que puedan vender o cambiar por drogas. En Hernandarias, los pobladores del barrio Puerta del Sol son atacados por un ladrón especialista en abrir puertas y solicitan a las autoridades su captura.
El flagelo no puede ser controlado por la Policía Nacional, debido a que cada vez que aprehenden a los adictos, la Fiscalía los vuelve a soltar con el argumento que los hurtos cometidos por los mismos son bagatelarios. El panorama social no es muy alentador en la región por el considerable aumento de personas en las calles sumidas en el vicio.

En algunas localidades los adictos recorren los vecindarios para apodarse de cables, motores de agua, focos, sillones de los patios de las viviendas y otros objetos de valor, los cuales llevan a los puntos de venta de drogas para realizar el correspondiente trueque por un poco de crack, la sustancia más consumida por las personas en situación de calle.
TOMADOS POR LOS ADICTOS
Actualmente, en las principales avenidas de Ciudad del Este, grupos de jóvenes y adolescentes montan campamentos donde a cualquier hora del día pueden acceder a las dosis que son directamente vendidas por microtraficantes.