El contrabando de productos básicos como frutihortícolas, azúcar, pollo, huevos y aceite, entre otros, sigue floreciendo en la región de fronteriza, específicamente en el Puerto Tres Fronteras de Presidente Franco. Este puerto, que conecta por agua con Brasil y Argentina, se ha convertido en un epicentro para el ingreso masivo de mercaderías contrabandeadas, que luego saturan mercados populares como el de Ciudad del Este. Esta situación estaría contando con la complicidad de los efectivos de la Armada Paraguaya, destacados en el mencionado puerto y sus superiores de la Comandancia del Área Naval del Este.
En un recorrido por el Mercado de Abasto de Ciudad del Este, periodistas de este medio constataron que está abarrotado de productos ilegales, como azúcar, pollo, huevo, aceite y una amplia variedad de frutas y verduras ofrecidos a precios considerablemente más bajos que los de producción nacional. Este esquema de contrabando no solo afecta a la producción local, sino que también ha desencadenado una competencia desleal, poniendo en riesgo a pequeños y medianos productores que no pueden igualar los precios de los productos ilícitos.
El flujo de productos ilegales hacia el mercado local se da a través del puerto Tres Fronteras, donde, según denuncias, efectivos de la Armada Paraguaya estarían permitiendo el paso del contrabando a cambio de jugosas coimas. Los principales responsables de esta situación serían el Capitán de Navío DEM Pablo Francisco Barros Pereira, Comandante del Área Naval del Este, y dos de sus subordinados de confianza, el Teniente Insfrán y el Teniente González, alias «Bagre». Según fuentes fidedignas, estos militares serían quienes permiten la entrada y salida de mercaderías al país sin control alguno.
Las operaciones de contrabando inician al caer el sol, cuando las medidas de control y seguridad en la zona disminuyen considerablemente. A pesar de la presencia de la Armada Paraguaya en la zona, el contrabando prolifera de manera desenfrenada, evidenciando una clara complicidad entre los contrabandistas y los efectivos de las fuerzas armadas.
Además del Mercado de Abasto de Ciudad del Este, los centros de consumo de Presidente Franco, Hernandarias y Minga Guazú, también están llenos de productos ingresados de manera ilegal. La abundancia de estos artículos contrabandeados confirma la falta de control y la extensión de esta red de corrupción. La Unión Industrial Paraguaya ha denunciado que la situación en la región ha empeorado desde que, aparentemente, se «levantó el resguardo» que antes existía en el puerto Tres Fronteras, permitiendo un ingreso masivo de productos ilícitos.
CORRUPCIÓN MILITAR
Las fuentes indican que presuntamente el Comandante Barros Pereira ha mantenido y expandido el esquema de recaudación ilegal desde que asumió su cargo en octubre de 2022, reemplazando al también cuestionado Capitán Emeterio Miranda. Los tenientes Insfrán y “Bagre” González son señalados como los responsables directos de las operaciones en el puerto.
Este esquema de corrupción no solo pone en jaque la economía local, sino que también contribuye a engrosar las fortunas de los involucrados, en detrimento de los productores nacionales y de la economía formal. Mientras tanto, los mercados populares continúan siendo un reflejo de la creciente penetración del contrabando, afectando la competitividad y sustentabilidad de la producción nacional, que se ve arrinconada por la entrada masiva de productos ilegales.