Luego de tomar estado público más un caso de policías extorsionando a una pareja, una de las víctimas relató esta mañana el proceder de cuatro agentes del Departamento de Investigación que prestaban servicio en Ciudad del Este. El hecho se dio en mayo pasado y hasta hoy las investigaciones avanzan con lentitud.
La joven refirió que el 16 de mayo estaba en su departamento con su pareja, alrededor de las 15:30, cuando una camioneta blanca y un automóvil plateado estacionaron en frente y bajaron cuatro hombres.
“Mi pareja se acostó y yo fui a tomar agua, cuando vi los vehículos y se bajaron a ordenar que abra la puerta. Les pedí que se identificaran y se negaban, después de insistir dijeron que eran de Investigación de la Policía. Les pregunté si tenían orden o documento para entrar y solo insistieron otra vez en abrir la puerta”, contó.
Cuando la joven iba a avisar a su pareja lo que estaba ocurriendo, uno de los agentes rompió una ventanita de la puerta principal y desllaveó la puerta, ingresando a la vivienda y dirigiéndose directamente a la habitación de las víctimas.
“Le agarraron a mi pareja, le pusieron por el piso y le empezaron a atacar para que diga dónde está la droga. A mí me dijeron que me saque la ropa para ver si tenía por mí. Fue lo primero que me dijeron para hacer, por las buenas o por las malas”, detalló.
La mujer admitió que, junto con su pareja, son consumidores de droga y que a él ya lo detuvieron tiempo atrás con 7 gramos. “Verificaron su número de cédula, vieron el antecedente y dijeron que está sucio luego ya y que van a comer (plata) nomás luego igual”, contó.
10.000 DÓLARES
Al no encontrar nada incriminatorio, los agentes, quienes no portaban ningún tipo de identificación como policías y actuaron con violencia en todo momento, subieron al hombre al auto y exigieron el pago de 10.000 dólares para que lo vuelvan a liberar. “Me hicieron sentar en la cama y me encerraron en la pieza para irse y le llevaron a él. Me dieron una hora para conseguir la plata y dejaron un número para llamar al conseguir el dinero”, siguió.
DENUNCIA
Mientras su pareja ya estaba en poder de los extorsionadores, la joven fue directo al Ministerio Público para radicar la denuncia y tratar de conseguir la liberación de su pareja, a quien mantuvieron en todo momento dentro de un vehículo.
“Después de media hora me llamaron a preguntarme si ya tenía la plata, pero yo me fui a la fiscalía a hacer la denuncia y les pedí más tiempo para seguir juntando. Todo quedó grabado en mi teléfono”, dijo.
Los siguientes contactos ya lo hacía su pareja, pero desde el mismo número de uno de los agentes. Con el paso del tiempo el monto exigido ya bajó considerablemente a 35 millones de guaraníes. “Para ese momento yo ya estaba en la sede de Antisecuestro de la Policía Nacional”, aclaró.
FALSIFICARON EL ACTA
En un momento la batería del teléfono de la mujer se agotó y su pareja llamó a su mamá para preguntar si ya tenían el dinero, a lo que le responde que no se preocupe por que su pareja ya estaba haciendo la denuncia ante la Fiscalía. “Ahí le subieron a la patrullera y le comenzaron a pegar y le llevaron a la comisaría. En su acta pusieron que le agarraron con 3kg de droga, pero la fiscalía ya tenía todas las pruebas en ese momento”, dijo.
La fiscal del caso, Zunilda Ocampos, mencionó que en el acta los agentes informaron que la captura se dio en una plaza, pero las imágenes de circuito cerrado del departamento de las víctimas muestran claramente que ingresaron a la fuerza al lugar y que el documento carece de veracidad, pero el joven sigue con prisión preventiva hasta la fecha.
MIEDO
La joven confesó que, pese a no recibir amenazas, quedó con mucho miedo de lo que pueda pasar desde ese día. “Desde lo que pasó no salgo más. Me dijeron que tengo que cuidarme por todo lo que está pasando”, finalizó.
El caso tomó estado público luego de otra detención de agentes policiales en Luque, que también habrían raptado a un ciudadano para exigir el pago de una considerable suma de dinero para ser liberado.
Los agentes involucrados en el caso de la pareja son Pedro Antonio González Blanco, Richard René Rojas Vera, Mauricio González Flor y José Javier López Ybarra.
