Los números indican que alrededor de 1200 importadores formaban parte del Régimen de Turismo, de los cuales sólo 200 cumplirían con las nuevas exigencias, lo que implicaría una verdadera “catástrofe” para Ciudad del Este y el país, ya que los comercios cerrarían sus puertas dejando a miles de personas sin empleo. “Tenemos la promesa de que analizarán todos los puntos, porque estas discusiones no le conviene a nadie, ni a nosotros ni al gobierno, que tiene la famosa promesa de conseguir 500 mil empleos durante todo su periodo y lamentablemente está empezando con algo que va en contra a este objetivo”, señaló Said Taigen.
En otro momento, recordó que durante la pandemia se perdieron entre 20 a 30 mil empleos y que de aplicarse este decreto tal cual sin modificaciones, se perdería a los pequeños y medianos importadores que estaban bajo este régimen. “Con esto se va dar una catástrofe económica para todas las ciudades de frontera y en especial Ciudad del Este. El desempleo en masa es algo seguro, vamos a tener negocios cerrados y edificios fantasmas, habrá disminución en todos los sentidos. Si se aplica así como está, es un régimen antisocial, porque se viene un caos en CDE”, afirmó.
Taigen hizo una preocupante comparación, indicando que con este nuevo régimen se dará una nueva pandemia creada por el propio gobierno.
Al ser consultado si este nuevo régimen fue creado a puño y letra de los intereses de unos pocos grandes importadores, a fin de crear un monopolio, el mismo dijo que no quiere acusar a nadie, pero que si esto hace que 1000 pequeños y medianos importadores salgan del circuito, entonces sí es a beneficio de unos pocos importadores y despachantes. “Vamos decir las cosas como son, con esto se va crear un monopolio, ya no tenemos que callar, porque eso no va trasparentar la economía ni aumentar las recaudaciones” sentenció, asegurando que se tuvo un aumento en las tributaciones de US$ 750 millones en un año. “¿Entonces por qué cambiar algo seguro por algo que puede resultar totalmente lo contrario?”.
Este mismo planteamiento se había hecho al gobierno nacional, recibiendo como respuesta que se trata de una prueba de seis meses, tiempo que se puede crear el caos. “Después puede ser demasiado tarde, cómo vamos recuperar, no podemos aceptar ser un campo de pruebas, ellos no planificaron ese punto”, finalizó.
