Dos delincuentes a bordo de un automóvil llegaron hasta un local comercial y rompieron el blindex del acceso principal para ingresar y apoderarse de varios electrodomésticos. La empresa afectada cuenta con guardia de seguridad, pero no reaccionó y tampoco avisó a la Policía Nacional, que fue informada recién 12 horas después. El hecho se registró a las 02:00 del martes, sobre la avenida Capitán del Puerto casi Capitán Fariña Sánchez, en el barrio Obrero de Ciudad del Este.
Los delincuentes que se movilizaban en un automóvil Toyota Vitz rojo, rompieron el vidrio de local comercial “Ramírez Ramírez” para entrar y adueñarse de equipos de sonido y otros productos electrónicos que estaban en exhibición para la venta. Los bandidos entraban y salían cargando las mercaderías en el vehículo que aguardaba fuera de la tienda con motor en marcha.
Llamativamente, el guardia de seguridad del local ni siquiera reaccionó y tampoco alertó a los uniformados del robo que estaba ocurriendo en la empresa que tiene a su cargo.
ENCARGADO MINIMIZÓ EL HECHO
El caso fue denunciado en la Comisaría 3ª, 12 horas después, por el gerente Reinaldo Darío Rivas Rodríguez, quien mencionó a los intervinientes que la tienda cuenta con un custodio identificado como Alipio Gaona Vázquez (50), quien vio salir a los delincuentes y efectuó un disparo intimidatorio. Sin embargo, el guardia de seguridad no pidió ayuda a la Policía, dando posibilidad a los marginales para que puedan huir tranquilamente. Al ser cuestionado por el aviso tardío, el encargado del comercio mencionó que no convocaron a los agentes policiales porque solo necesitaba una denuncia escrita para presentar al seguro.
CIRCUITO CERRADO
En las imágenes grabadas por las cámaras del circuito cerrado de la tienda, se puede observar a los bandidos que llegaron y retrocedieron el automóvil para poner hacia la puerta la valijera. Luego procedieron a romper el blindex con un objeto contundente y solo tardaron 10 segundos para logar ingresar y llevarse todo lo que podían.
Los investigadores analizan las imágenes del local y de las inmediaciones en busca de identificar a los supuestos autores, no se descarta la complicidad de algún funcionario.
