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Delincuentes se resistieron a procedimientos judiciales en el barrio Belén

Las barreras con fuego, madera y cualquier objeto que pusieron en el barrio Belén para impedir el paso de la Policía Nacional.

Un grupo de agitadores, delincuentes y vividores, al mando del reconocido invasor y parásito social Elvio Barúa, fueron quienes pese al factor sorpresa, generaron todo tipo de disturbios en la zona del barrio Belén. Hubo un caso de muerte súbita en el lugar, pero que no guardaría relación con el procedimiento, además de heridos entre los agentes policiales y pobladores del sector.

De acuerdo a fuentes de la Policía Nacional se utilizó el factor sorpresa atendiendo a procedimientos fallidos en ocasiones anteriores, pero los vecinos rápidamente se organizaron y atacaron con piedras, botellas, balas de cristal y todo cuanto encontraban a su paso, a los agentes del grupo táctico y los móviles policiales.

Los grupos mimetizados en el techo de las casas donde arrojaban todo tipo de objetos hacia los intervinientes.

La primera orden era en la causa Mandamiento de desahucio, caratulado “Pablo Aquino Gavilán c/ Aldo Florentín Barúa Acosta s/ reivindicación de inmueble”. El que estaba en el terreno privado es el hermano de Elvio y tenía una carbonería en el lugar. A partir de ahí comenzaron los conatos de violencia, porque los vecinos no querían permitir que se retiren las mercaderías del lugar.

El segundo mandamiento cumplido fue en la causa “Mario Enrique Brignardello Fernández c/ Edegardo Gabriel Marecos Pimentel s/ reivindicación, exp N° 216, año 2015”. Ya el tercer procedimiento se dejó sin efecto por el avance de los belicosos vecinos.

UNA TIERRA DE NADIE

Históricamente, la zona del asentamiento Belén, ahora elevado a la categoría de barrio, fue un sitio donde la violencia y la belicosidad primaron a la hora de realizar procedimientos de desalojos o mandamientos de desahucio. Ayer no fue la excepción. Niños, hombres, mujeres y hasta algunas personas de la tercera edad, estaban en la calle enfrentándose a los policías.

Pese al esquema ideado, los uniformados fueron rebasados por momentos por los pobladores del sector,  que en cuestión de minutos fabricaban bombas molotov, quemaban cubiertas y usaban armas contundentes como cascotes, palos, botellas y millares de balitas de cristal con la que atacaban a los uniformados.

Vale decir que quienes estuvieron peleando contra los belicosos pobladores fueron los agentes del grupo táctico, tanto los de Ciudad del Este como los que llegaron de refuerzo de otros departamentos. Sin embargo, los que son del grupo de prevención y seguridad, quedaron como meros espectadores, incluso alejados de la zona de conflicto, abandonando a sus camaradas en medio del fuego cruzado.

En este escenario fueron aprehendidos Derlis Gabriel Maldonado Cabral; Marcial Paredes Martínez (41); Líder Melgarejo Ramírez (24), con antecedentes por hurto agravado y robo; Marcos Florencio Estigarribia González (29), con antecedentes por robo agravado; y Guillermo Eduardo Benítez Caballero. Se espera que el fiscal de la causa, Alcides Giménez, actúe con todo el peso de la ley contra estas personas y todos quienes sean responsables de tamaña violencia desencadenada en el cumplimiento de un mandamiento judicial.

EL CASO DE LA MUJER FALLECIDA

La Policía Nacional calificó como muerte súbita el

La Policía desmiente que la mujer fallecida haya sido parte del área donde se cumplió el desalojo.

caso de la señora Olga Ayala Fernández (43), que residía en la zona donde ocurrió todo el incidente. La institución señaló además que la víctima no formaba parte del grupo de personas donde se efectuó la intervención de cumplimiento del mandamiento de desahucio o desalojo.

De acuerdo a la versión de algunos testigos y el informe policial, los vecinos la llevaron a la vía pública ya descompensada y fue auxiliada con la ambulancia de la Policía Nacional hasta el Pabellón de Emergencias Médicas, donde ya llegó sin signos de vida. No obstante, amerita una investigación penal para deslindar cualquier responsabilidad en el caso.

También denunciaron que un adulto mayor fue herido en la pierna con un revólver calibre 38mm, a quien derivaron a un centro asistencial privado, pero nadie pudo confirmar tal versión. Solo quedaron como dichos de algunos vecinos que responsabilizaron a los agentes del Grupo Especial de Operaciones de invadir la casa del anciano y dispararle sin piedad.

ATAQUE A LOS PERIODISTAS DURANTE LA COBERTURA

Los enemigos de la paz social también direccionaron su furia contra los trabajadores de prensa, quienes fueron con el objetivo de entregar la información de primera mano, a través de las distintas plataformas de sus medios de comunicación. Pero sus vehículos y sus elementos de trabajo fueron destruidos por los inadaptados.

El comunicador Pedro Sandoval encontró las cuatro ruedas de su automóvil totalmente cortadas con algún arma blanca. Los  inadaptados estaban a punto de quemar el vehículo cuando un vecino que tuvo un momento de sensatez, detuvo a la turba y logró que desistieran de su acción criminal. Con Ángelo Villanueva, la cuestión fue diferente, el parabrisas delantero de su rodado quedó resquebrajado tras los impactos de cascotes y balas de cristal.

Algunos periodistas de medios nacionales por poco no fueron lastimados con las balitas que los violentos pobladores arrojaban desde el techo de las casas, molestos porque se tomaban imágenes de ellos preparando bombas molotov. Felizmente, no hubo heridos entre los trabajadores de prensa, pero sí muchos daños a sus bienes y los elementos que utilizan para la tarea de informar.

Al menos tres efectivos policiales resultaron heridos en el enfrentamiento.

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