La inseguridad continúa sin dar tregua a la población alto paranaense a pesar de los operativos de controles callejeros y el refuerzo de 200 agentes policiales. Los delincuentes siguen haciendo de las suyas a lo ancho del todo el Alto Paraná, especialmente en la capital departamental y ciudades cabeceras.
Durante el fin de semana varios locales comerciales fueron blancos de los criminales que desafían abiertamente a los órganos de seguridad. En la ciudad de Juan León Mallorquín dos delincuentes motorizados asaltaron dos locales comerciales casi simultáneamente, robando unos G. 10 millones en total. En el distrito de San Cristóbal bandidos tomaron por asalto el local de una constructora y robaron G. 48.000.000 que se encontraban en la camioneta del propietario. En Ciudad del Este la funcionaria de una estación de servicios del barrio Santa Ana, pasó momentos de terror en manos de dos motochorros que irrumpieron en el local y la tomaron del cuello para que entregue la suma de G. 500.000.
Al parecer terminaron las vacaciones de los bandidos, que volvieron para generar intranquilidad a la poca paz instalada en la zona hace algunas semanas. A pesar de numerosas detenciones y un cabecilla abatido, la sensación de temor persiste en la población. Los delincuentes aprovechan el mínimo descuido de la Policía Nacional para perpetrar los atracos.
Los robos y hurtos de motocicletas no cesan, hechos que ya suman centenares de afectados que pocas veces logran recuperar sus biciclos, debido a que los encargados de investigar y realizar las búsquedas no tienen voluntad. La delincuencia no perdona nada, perjudican incluso a los pacientes del Hospital Regional hurtando los alimentos destinados para el desayuno, almuerzo y cena de los internados. Detrás del centro asistencial se encuentra la subcomisaría 3ra, cuyos agentes poco y nada hacen para dar seguridad en la zona.
El fin de la ola delictiva que desespera al Este del país no se avizora por falta de un plan de combate frontal. Hasta el momento se realizan operaciones parches para contrarrestar mínimamente la criminalidad en la región.
