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Denuncia evidencia aberrante explotación laboral de guardias de seguridad privada

Claro Raúl Centurión Domínguez denunció a la empresa Guardián S.A. por despido injustificado y otras irregularidades, en la oficina regional del Trabajo.

Una muestra más de las condiciones de semi esclavitud a la que son sometidos los guardias de seguridad privada es la denuncia de un trabajador de la empresa Guardián S.A., quien fue echado sin justa causa de su trabajo, pese a gozar de estabilidad laboral por antigüedad. El denunciante relata un verdadero calvario, indicando que la citada empresa no paga IPS, obliga a los empleados a trabajar de noche y apenas paga sueldo mínimo, además de realizar descuentos compulsivos sin razón alguna, entre otras aberrantes violaciones al Código Laboral, evidenciando así un trato humillante e indigno hacia sus empleados.

El denunciante es Claro Raúl Centurión Domínguez, que acudió a la oficina regional del Trabajo para radicar denuncia contra la empresa de seguridad Guardián S.A. y sus responsables, por despido injustificado, pese a contar con estabilidad laboral por antigüedad. Si bien ya fueron notificados en dos oportunidades por la Dirección del Trabajo, los representantes de la empresa ni siquiera se dignaron en acudir a la cita, evidenciando toda su prepotencia y convicción de que saldrán impunes gracias al poder adquisitivo que ostentan.

Centurión Domínguez comentó que hace un año aproximadamente la firma dejó de pagar el seguro obligatorio del IPS, además de cometer otras graves violaciones al Código laboral, como no pagar un monto diferenciado por trabajo nocturno, no pagar adicional por trabajar en días feriados y fines de semana, entre diversas otras irregularidades. Incluso, llegaron al colmo de descontarle de su salario G. 1 millón por ser pasajero de un compañero (chofer de la empresa), que maneja una de las camionetas de Guardian S.A.

Los responsables de la firma fueron notificados dos veces, pero ignoraron la citación para la audiencia, evidenciando que confían en el “poder de la coima” para solucionar el caso.

CAMBIAN DE NOMBRE PARA “DESPISTAR”

Según fuentes fidedignas, las empresas de seguridad recurren a todo tipo de artimañas para “despistar” y evitar posibles denuncias. Tal es así que empleados de Guardián S.A. de repente se encuentran haciendo trabajos para otra empresa de seguridad, denominada GSR y que antes era Paraguay Security, que también tiene en contra diversas denuncias por violaciones laborales, según los datos.

En el caso del denunciante, este firmó contrato con Guardián, pero de repente se deparó con la sorpresa de que estaba haciendo trabajo para GSR, sin ningún documento de por medio que acredite el “cambio”. En la misma situación estarían varios de sus compañeros. Inclusive, sería una estrategia para cubrir servicios tercerizados para la Itaipu Binacional y así no pagar lo correspondiente a los funcionarios, indicaron nuestras fuentes.

Si bien otros figuran como supuestos responsables o propietarios, el verdadero dueño de Guardián S.A. sería el teniente coronel retirado Aníbal Emilio Sapriza Nunes, que por “estrategia” trata de no aparecer para no responder a demandas laborales. Es un secreto a voces la informalidad con que se manejan muchas empresas de seguridad privada, que pagan una miseria a sus empleados a cambio de 12 horas de trabajo diarios (muchos en horario nocturno). Tampoco pagan IPS y exponen a los custodios a muchos peligros, ya que son blanco fácil de los delincuentes. En ese sentido, cabe mencionar que en los últimos días dos guardias privados fueron asesinados en Pdte. Franco y Ciudad del Este,  durante asaltos.

El año pasado los mismos pidieron la modificación de la ley que regula la prestación de servicios de seguridad privada, pero hasta el momento no se pudo avanzar por falta de voluntad política.

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