La denuncia fue presentada en la Junta Municipal de Hernandarias, a través del concejal Julio César Escobar, quien indicó que muchas personas que ingresan con carne de contrabando a la ciudad de Hernandarias son llevadas al corralón municipal, pero la carga no es incautada, no se comunica al Juzgado de Faltas y no se cobra una multa. Todo ese esquema corrupto seria manejado por funcionarios municipales que salen gananciosos con el “procedimiento”.
Según reveló el edil, los carniceros de Hernandarias han presentado sus quejas porque el ingreso masivo de carnes de contrabando, preferentemente desde la Argentina, constituye una competencia desleal para ellos que tributan en el municipio, cumplen con las reglas sanitarias y también las disposiciones del Servicio Nacional de Salud Animal (Senacsa).
“Me consta que muchos fueron retenidos por controles ruteros de funcionarios de la municipalidad, pero no son derivados a las demás instancias para sancionar al infractor y la queja de los que trabajan legalmente en el rubro va en aumento. Debemos corregir lo que está mal”, añadió el concejal, que fue el portavoz de los trabajadores del sector cárnico en la sesión del legislativo, donde se aprobó un pedido de informes al ejecutivo municipal.
Los departamentos de fiscalización y la Policía de Tránsito están en la mira por las irregularidades que fueron denunciadas por el concejal. Todo indica que a cambio de jugosas coimas, los funcionarios municipales liberan los vehículos y la carga. Los “arreglos” se hacen en el corralón municipal y el infractor no paga nada a las arcas municipales.
NO HAY INGRESOS EN LA ERA NELSON CANO
El concejal hizo un seguimiento del caso y pudo saber que durante la administración del intendente Rubén Rojas hubo un ingreso de G. 64 millones en concepto de multas por la venta irregular de carnes en el distrito de Hernandarias. Sin embargo, durante la gestión del jefe comunal actual, Nelson Cano, no se ha registrado ingreso alguno.
Añadió que el dato fue corroborado con el abogado Oscar Cardozo, Juez de Faltas del municipio. Dijo que comparativamente, los ingresos deberían ser mayores, pues hay muchas quejas de los carniceros y se sabe que los funcionarios municipales derivan al corralón a los que son sorprendidos con la carga irregular. Pero todo apunta a que los “arreglos” en el predio municipal van a parar a los bolsillos de funcionarios corruptos.
Corresponde una fiscalización, tanto en las rutas como en los sitios de comercialización de productos cárnicos, para garantizar el cumplimiento de las normas relativas en la legislación municipal y el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).