En la década del 80 el fútbol era sumamente competitivo en la región. La Liga Deportiva Paranaense reunía a los clubes más grandes de Presidente Franco, Ciudad del Este, Hernandarias, Minga Guazú e Yguazú. Los clubes tenían futbolistas de primer nivel para todos los puestos. Cerro Porteño de Franco tenía entre sus figuras a Derlis Santacruz.
El hoy presidente del club Cerro Porteño de Pdte. Franco, alejado temporalmente por motivos de salud, nos cuenta cómo se produjo su llegada a la entidad azulgrana. “Fue en el 86, año en el que Paraguay volvía a un mundial en México. Y es cuando desde el seleccionado de Ka’arendy me trajeron como un “10” de aquella época”. Eran el tiempo en que también llegaron al club los hermanos Rubén y Meneco Cáceres.
Por entonces, cuenta Santacruz, “el presidente era el señor Elio Quintana, junto al comisario Benicio Núñez, Dr. Osvaldo Caballero, Augencio Leith, las familias Mercado, Caballero, Giménez y Ayala. Estaban en la misma época el arquero Bernabé Marín, el recio zaguero Cándido Candia, Miguel Paiva, Juan Duarte. Con los entrenadores que trabajamos eran Sócrates Hermosilla, Rosalio Ojeda, Hugo González, Ranulfo Miranda, Ángel Jara Saguier. Todos de primer nivel. Recuerdo a grandes futbolistas que estaban en ese tiempo, como Marcial Núñez, Abraham Ocampos, Joel Cáceres, Roberto Lugo, Hugo Correa, Eliodoro Yesa, Luis Ayala, Virgilio Enciso, Leonardo Ruíz Díaz, Nery López, Pedro Barrios, Eusebio Cabrera, Alcides Noguera y tantos otros buenos futbolistas”.
Santacruz recordó que “luego de 6 temporadas, seguí jugando un tiempo hasta colgar los botines y pasar a la dirigencia. Allí tuve la suerte de trabajar con grandes dirigentes como Hugo Rivas, Derlis Chávez, Ricardo Meyer, Pánfilo Rivas, Elio Quintana, Martín y Juan Ayala, Nino Ávalos, entre tantos buenos dirigentes”. Finalmente, el “10” expresó, “hoy me encuentro alejado temporalmente de la presidencia del club con Carlos López para tratar de recuperar mi salud. El fútbol me dio todo, amigos, familia, trabajo y bienestar”, concluyó diciendo un emocionado Derlis Santacruz.
