En el Paraguay se tienen temas medulares que requieren atención integral, tanto del Gobierno Nacional, como de toda la sociedad, pues son cuestiones con incidencia tremenda en el quehacer comunitario.
Existe la permanente necesidad de trabajar trasversalmente en la sostenibilidad, es decir, en equilibrar el crecimiento económico con la protección del medio ambiente.
La gestión de recursos naturales, la lucha contra el cambio climático y la promoción de energías renovables, son cabeza de toda agenda gubernamental, que no pueden seguir siendo obviadas solo por la actualidad de beneficios. La conservación del medio ambiente, el mitigar efectos propios del proceso de desarrollo industrial, no son para mañana, sino para ayer.
El verdadero drama social imperante, la carencia en protección social y salud pública, no puede seguir esperando, siendo obligación del Gobierno el mejoramiento de acciones que busquen el bienestar de sufrientes sociales y aquellos con patologías graves. El acceso a servicios de salud y fortalecer las redes de protección social son prioridades cardinales. Esto incluye la implementación de políticas de salud pública y la reducción de la pobreza, así como de las desigualdades humanas, no solo con asistencialismo inocuo.
Otro pilar de cualquier estado es la educación. Optimizar la calidad y la equidad en el sistema educativo ayudará al real desarrollo del país. La capacitación de docentes, la infraestructura escolar y la inclusión de tecnologías educativas deben ser medidas a corto plazo, no meras expresiones en tiempos electorales.
La lucha contra la corrupción y la promoción de la transparencia en la gestión pública son temas críticos. Mientras no se opere en consecuencia, y se sea selectivo en sancionar el robo de la cosa pública, no se logrará fortalecer la democracia y la confianza en las instituciones seguirá siendo débil.
Apoyar a las comunidades rurales con políticas públicas que sostengan el mejoramiento de accesos a servicios básicos, tecnologías y mercados, es fundamental para reducir la desigualdad y promover el desarrollo equitativo.
Fomentar la innovación y el uso de tecnologías avanzadas en la agricultura, la manufactura y los servicios, será clave para alcanzar la competitividad del país.
Proseguir con la falta de preservación y promoción de la cultura y el patrimonio histórico de Paraguay, es elemento que socava la identidad nacional y diluye la explotación en su real posibilidad de la industria sin chimenea.
Son solo algunos de los temas que deberían estar en el centro de la agenda oficial del país, cada uno de ellos con un impacto significativo en el bienestar de la sociedad y el desarrollo nacional, por lo que arroparlos con labor proficua desde la cadena de mandos es de suma relevancia.
Despejarse de nimiedades, y asumir el desarrollo de la agenda de interés nacional es la única vía válida para dejar resultados a la vista de todos. El resto es intento de retórica.