El establecimiento de una norma siempre tiene propósito de regular determinadas conductas y labores, a fin del predominio de lo correcto. En tal sentido, la ley 7.137 establece jornadas laborales específicas para los médicos, con el objetivo de asegurar una distribución equitativa del trabajo y una mejor calidad en la atención de salud.
Sin embargo, a pesar de la existencia de esta normativa, su cumplimiento pareciera un desafío extraordinario, más allá de Calle Última.
Es crucial que las autoridades y las instituciones de salud se comprometan a hacer cumplir esta ley, para garantizar que todos los profesionales médicos trabajen en condiciones justas y puedan brindar una atención de calidad a la población. Tener que forzar visibilidades para ser alcanzado por reglas, no debería ser habitual en comunidades donde prima al propósito general.
Una de las mayores preocupaciones en el ámbito de la salud en Paraguay es la centralización de los derechos y obligaciones relacionadas con la salud previsional y pública en Asunción. Este enfoque centralizado tiende a ignorar las necesidades y derechos de las comunidades en el interior del país, como casi siempre.
Esta desigualdad en la distribución de recursos y servicios de salud prosigue en la ampliación de brecha significativa entre la atención que se recibe en la capital y la que se dispone en las regiones más alejadas.
Es fundamental descentralizar la optimización de los servicios de salud y asegurar que todas las regiones tengan acceso a una atención médica adecuada. Esto no solo implica la distribución equitativa de los recursos, sino también el cumplimiento efectivo de la ley en todo el territorio nacional.
Los médicos en el interior del país deben tener las mismas condiciones laborales y los pacientes deben poder acceder a servicios de salud de calidad sin importar su ubicación geográfica.
Para lograr esto se necesitan políticas públicas inclusivas que consideren las particularidades de cada región y promuevan una infraestructura sanitaria adecuada en todo el país. Si bien esto es de sentido común, hasta la fecha se ve muy poco del propósito concreto.
Es significativo fortalecer los mecanismos de control y supervisión para garantizar que la ley se cumpla de manera uniforme, caso contrario solo se colabora en impunidades y sanciones indebidas.
Construir un sistema de salud más justo y equitativo, que realmente responda a las necesidades de toda la población paraguaya, sin discriminación por su lugar de residencia, sigue siendo materia pendiente, con lo que se muestra con claridad que se centraliza el interés.
Es un problema de siempre, no solo en el rubro de la medicina, que solo prevalece por la intrascendencia de las autoridades regionales y de aquellas representantes ante instancias nacionales.