Un peligroso hombre ligado a narcotráfico, sicariato y extorsión, surge como el nuevo receptor de las drogas que ingresan a la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este. Se trata de Adelio Adalberto Gómez Benítez, que desde su lugar de reclusión maneja el negocio turbio que involucra a agentes policiales y funcionarios penitenciarios, de acuerdo a las pesquisas.
Gómez Benítez explota una cantina en el sector denominado pabellón B de la cárcel. El “negocio” a su cargo sería una pantalla para la comercialización de todo tipo de estupefacientes y los principales proveedores serían un agente de la Policía Nacional conocido como Diego y una funcionaria penitenciaría identificada como Raquel.
Los mismos buscan la manera de deshacerse de sus ocasionales adversarios en el comercio turbio y revelan datos que carecen de veracidad a las autoridades antinarcóticas. El hábil agente policial estaría además utilizando una supuesta amistad que tiene con altos funcionarios del Ministerio de Justicia, a fin de marcar territorio. Además, el ingreso de las drogas se está volviendo fácil debido a la activa participación de su pareja sentimental, que figura como funcionaria penitenciaria.
Gómez Benítez posee antecedente por tráfico de drogas, sicariato y extorsión. Según se dio a conocer, estando recluido en la cárcel regional había “ordenado” la ejecución de una pareja en la zona de Canindeyú.
Debido a su alto poder adquisitivo, montó una cantina en el pabellón donde está recluido.
Las autoridades del Ministerio Público ya fueron alertadas, pero no están llevando en cuenta a la pareja de proveedores y al peligroso distribuidor recluido en el pabellón citado.
Cabe destacar que el 12 de diciembre del año pasado, una comitiva fiscal policial intervino la cárcel de Ciudad del Este. En la ocasión incautaron varias evidencias y aprehendieron al entonces director del penal Rubén Lombardo y varios otros agentes de la institución.
